miércoles, abril 24

EVANGELIO DEL DÍA

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Lucas 5,1-11:

En aquel tiempo, la gente se agolpaba en torno a Jesús para oír la palabra de Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes.
Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
«Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca».
Respondió Simón y dijo:
«Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes».
Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo:
«Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador».
Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Y Jesús dijo a Simón:
«No temas; desde ahora serás pescador de hombres».
Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

Palabra del Señor
💫MEDITACIÓN DEL EVANGELIO 💫

Lucas 5, 1-11:

💫Dios te eligió.

1) Los pescadores:

Ellos estaban en su quehacer cotidiano. Es así… Dios te aparece en lo cotidiano, en lo de cada día. Es allí donde Él te llama y te invita a su encuentro. Trata de ver dónde aparece Jesús en tu cotidianidad. Él siempre sorprende y aparece en ciertos momentos de tu vida que provocan en vos un antes y un después.

2) Apartarse de la orilla:

Cuando Jesús te habla y te invita a que vivas una experiencia con Él, te aparta para hablar al corazón. Te separa de eso que te ata a lo común, para que vivas con Él un momento especial. Desata tu barca, tu vida y déjate guiar por Él, para desatarte de lo económico, lo laboral, lo familiar, etc. Volvé a mirar tu barca, porque Jesús quiere apartarse con vos.

3) Apártate de mí:

Cuando ves la maravilla de Dios y cómo Dios obra con vos, lo menos que podés hacer es mirar tu pequeñez y tu nada. Darte cuenta que Dios te eligió para una misión que ayudará a muchos, pero te eligió porque quiso, no porque lo lograste. Mira tu miseria y así vas a comprender la grandeza de Dios en tu vida. Porque con Dios, hasta el cielo no paramos.