jueves, marzo 28

Juicio a Zanchetta: una casa parroquial, escenario de abuso

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Declararon dos exsemniaristas que denuncian al exobispo de Orán. El religioso rechazó las acusaciones y habló de una “venganza”.

La primera audiencia del juicio contra el exobispo de Orán Gustavo Zanchetta, imputado por abuso sexual simple, tuvo como primeros testigos a los propios protagonistas: los exseminaristas denunciantes y al religioso. El acusado negó los hechos y las víctimas describieron cómo ocurrieron los abusos. Las audiencias continuarán hoy y durarán hasta el viernes, cuando está previsto que se dicte la sentencia en los tribunales oranenses.

Zanchetta está imputado como autor del delito de abuso sexual simple continuado, agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso reconocido en perjuicio de G.F.L.G. y M.C.

Los dos exseminaristas denunciantes testificaron sin la presencia del religioso ni sus defensores, a pedido de la fiscal.

Uno de los dos jóvenes aseguró que sufrió diferentes situaciones de connotación sexual no solo en el ámbito privado, sino también «en público». Los hechos habrían sucedido en la casa parroquial San Antonio, en el edificio del Seminario Juan XXIII y en la casa del exobispo.

El otro denunciante le contó al Tribunal que recibió «propuestas amorosas» de parte de Zanchetta, que además le pedía «masajes». Paralelamente testificó haber sido abusado por el sacerdote en el 2017, en el Seminario Juan XXIII, y en un domicilio particular del pueblo de Los Toldos.

Estaba previsto que para la jornada testifiquen otros importantes protagonistas: los sacerdotes que denunciaron a su superior y administrativos del obispado, entre ellos quien descubrió fotos sexuales en el teléfono de Zanchetta.

«Venganza»

El inédito juicio a nivel nacional a un obispo por abuso sexual se realiza a puertas cerradas, sin prensa, por decisión de la Sala II del Tribunal de Juicio de Orán, que integran los magistrados María Laura Toledo Zamora, Raúl Fernando López, y Héctor Fabián Fayos.

La fiscal Soledad Filtrín solicitó entre 3 a 10 años de prisión, mientras que por su lado la defensa plantea la absolución total de los cargos que se le endilgan al religioso.

Así lo reafirmó Zanchetta en su declaración, en la que rechazó las acusaciones y aseguró haber tenido una «sana y buena relación» con los seminaristas.

En cuanto al motivo de las acusaciones, el religioso aseguró que hay «otra connotación». En relación a la denuncia de cinco sacerdotes de su diócesis, manifestó que le dijeron que «se trataba de una venganza».

El religioso también aseguró que uno de los denunciantes le contó que había sido abusado de niño por un tío. Además, indicó que visitaba la casa de los seminaristas a pedido de sus propias familias.

En el juicio que comenzó ayer interviene la Unidad Fiscal creada específicamente para este caso, conformada por Pablo Rivero y Soledad Filtrín Cuezzo. La defensa está a cargo del defensor oficial Enzo Giannotti.

En el inicio de la primera jornada se leyó el requerimiento de elevación a juicio de la causa, luego de lo cual prestó declaración el imputado.

Zanchetta, además de plantear su inocencia, explicó su rol como obispo de la Diócesis. Dijo que solía mantener charlas con los seminaristas porque, por sus funciones, debía conocer a los jóvenes, sobre todo para saber si iban a cumplir su papel como sacerdotes.

El acusado aseguró que «nunca hubo alguna connotación sexual». Contó que siendo obispo visitó algunos domicilios a los que fue invitado por los familiares de los seminaristas, y ellos le confiaban sus problemas familiares o historias de vida.

Fue así que se enteró de que G.G. había sido abusado cuando era niño por un tío, y dijo que este tema lo trató con el seminarista. Al finalizar la declaración del imputado, el Tribunal ordenó el desalojo de la Sala para la declaración de los denunciantes, sin la presencia de Zanchetta.

Se suma la investigación canónica

Es el expediente preliminar al que se refirió el Papa para abrir el proceso eclesial.

La fiscal Soledad Filtrín.

Durante la primera audiencia del juicio contra el exobispo de Orán Gustavo Zanchetta por abuso sexual simple contra dos seminaristas se supo cuál fue la documentación que llegó a días del juicio desde la Santa Sede, y por la que se había suspendido la primera fecha de juicio.

“Se trata de la investigación preliminar”, aseveró el abogado especialista en derecho canónico Javier Belda Iniesta, que llegó junto a su socio, Francesco de Angelism, para asesorar al sacerdote. 

Consultado por la presencia de los canonistas en el fuero ordinario, Belda aseguró que los motivos se relacionan con que “se discutirán cuestiones canónicas”, en referencia a los documentos.

El papa Francisco se había referido a la investigación preliminar cuando estalló el escándalo a principios del 2019. “La leí y vi que era necesario hacer un juicio. Entonces lo pasé a la Congregación de la Doctrina de la Fe”, aseguró entonces el Papa. 

En tanto, sobre el juicio canónico, Belda Iniesta aseguró que aún sigue en proceso.

Los documentos eclesiásticos fueron solicitados casi desde iniciada la investigación por la fiscal Soledad Filtrín.

La primera fecha del juicio, programada para octubre, se había suspendido a la espera de los archivos canónicos.

Al declarar durante la audiencia de ayer, el exobispo se refirió al expediente de la investigación canónica y dijo que tres sacerdotes le habían dicho que la denuncia se había realizado por “una venganza”.

De las 15 declaraciones testimoniales que estaban previstas para ayer, en tanto, 13 no pudieron hacerse.

f: El Tribuno