EVANGELIO DEL DÍA 💫
Juan 4,43-54:
En aquel tiempo, salió Jesús de Samaría para Galilea. Jesús mismo había atestiguado:
«Un profeta no es estimado en su propia patria».
Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues ellos también habían ido a la fiesta.
Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.
Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose.
Jesús le dijo:
«Si no veis signos y prodigios, no creéis».
El funcionario insiste:
«Señor, baja antes de que se muera mi niño».
Jesús le contesta:
«Anda, tu hijo vive».
El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron:
«Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre».
El padre se dio cuenta de que esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.
Palabra del Señor
💫MEDITACIÓN DEL EVANGELIO 💫
Juan 4, 43-54:
💫Tu hijo vive.
1) Los signos:
Puede haber muchas palabras, pero los hechos confirman. Es así lo que le pasa a Jesús. La gente comienza a creer por los signos. Capaz que esto sea un análisis para vos y para mí, el poder ver tus actos y los míos, y pensar si estamos haciendo las cosas bien. Capaz que vos y yo hoy mirando para atrás vemos las cosas que hicimos y nos preguntamos: «¿hice bien las cosas? ¿la gente cree en mí?“
2) Un padre desesperado:
Su hijo se estaba muriendo. Es en la desesperación donde recurrimos tantas veces con fuerza a Dios. Es la situación de este papá que recurre a Jesús para que le salve lo que más ama. Hoy recurrí a Jesús en tu oración, pedile por aquello que más amas. Para que no muera nunca aquello que le da sentido a tu vida, esa situación, esa cosa o esa persona. Hay situaciones que parecen que se te están muriendo, pedile que sane y dé vida a aquello que hoy en vos está muriendo.
3) Él creyó:
No tan solo él sino toda su familia. Es todo un tema el trabajar por la fe de tu familia, pero capaz que sea necesario testimoniar. Dar a conocer lo que Dios hizo y hace en vos, no desde la teoría, sino desde tu vivencia. Hoy se necesita testimoniar desde los hechos, más que de los libros. Fuerza, porque tenés vida y un Dios que da vida. Hasta el cielo no paramos.
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