jueves, marzo 28

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA💫🌹
Lectura del santo evangelio según San Juan 16,20-23a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre.
También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada».

Palabra del Señor

Comentario del Evangelio del P. Zazano💫🌹

Jn 16, 20-23a: Su tristeza será alegría.

1) Tristeza: la tristeza es la manifestación de tus límites. Es la aflicción, el desánimo y la desilusión ante una situación que no podés manejar o controlar. Esta tristeza también podés tenerla vos cuando sentís que Dios no te escucha o no salen las cosas como vos tenés pensadas. La tristeza te lleva a la ira y al enojo, así como también a aquello de querer soltarlo todo. San Ignacio de Loyola nos dirá «la tristeza es aliada del enemigo». Al sentimiento de la tristeza no podemos controlarlo, pero sí podemos luchar por limitarlo y darle un fin, para poder seguir adelante y superarlo. No dejés que la tristeza tome tu vida, recordá que pasa por tu vida.

2) Alegría: esto va más allá de una sonrisa. Es generar un nuevo ánimo, el tener una esperanza que te mueve y te lleva a pensar a lo nuevo, a seguir caminando en la vida. Ser una persona que le guste enfrentar la situación y seguir adelante a pesar de lo que duele el transcurso del vivir. La alegría exige hacer pasos y aprender a soltar. Hoy también debes ser optimista y seguir adelante. No bajes los brazos.

3) Yo estoy: Jesús está en vos y permite que vos crezcas día a día. Pasar una alegría o una tristeza puede venir por situaciones ajenas, pero vivir triste o alegre depende de vos. Empezá a forjar tu vida y tomá riendas de tu vida, sabiendo que vivir es una decisión tuya y de ese lugar que das a Dios.