El exjugador de Vélez, Racing y River mostró cómo se encuentran sus manos y bromeó: “Así no le puedo pelear ni a mis hijos”.

El exarquero Gastón Sessa es recordado el fuerte carácter y el alto temperamento que tenía al momento de jugar al fútbol. La patada voladora a Rodrigo Palacio en el partido de vuelta en la serie Boca-Vélez de la Copa Libertadores 2007 tal vez sea la primera que aparezca en la memoria de los futboleros. Sin embargo, no todos saben cómo le quedaron los dedos de las manos luego de que le realizaran una mala praxis.

En diálogo con 90 Minutos de Fútbol por Fox Sports, el “Gato” mostró, entre chiste y chiste, cómo se encuentran sus dedos. “Así no le puedo pelear ni a mis hijos”, lanzó el jugador que defendió los tres palos de Vélez, Racing, River, Rosario Central, Estudiantes y Gimnasia, entre otros. La broma dirigida a Oscar Ruggeri llamó la atención de todos los presentes a través de la videollamada.

Según explicó ante el asombro y la consulta de los periodistas, tuvo que ser operado en España tras ser pisado por un jugador del Salamanca. “Me hizo una fractura expuesta en el dedo meñique de la mano izquierda. Me operaron en la isla (Las Palmas) y así me quedó”, expresó. Y añadió, entre risas: “Supuestamente el doctor era el mejor cirujano de la isla. Un chanta”.

A los 45 años, Gastón Sessa decidió ponerle fin a su carrera en 2018 cuando jugaba para Atlético Chascomús, después de haber transitado los últimos años por las ligas regionales y haber pasado por una decena de clubes argentinos, junto a breves pasos por Las Palmas de España y Barcelona de Ecuador.

Video: Fox Sports.