Ceros de más, ventas inventadas, productos que no funcionaban. Los casos más emblemáticos que se descubrieron y terminaron de la peor manera.

Pareciera difícil disputarle a Starbucks su poderío en el negocio del café. Pero una pequeña empresa china, surgida casi de la noche a la mañana, comenzó a hacer ruido en 2017. Luckin Coffee llegó a tener más de 4500 locales pequeños en su país y dos años después de su fundación salió a la Bolsa. Prometía abrir otros 2500 puntos de venta en poco tiempo. Sin embargo, a comienzos de 2020 se reveló que había más mentiras que verdades detrás de su crecimiento.

El de Luckin no es el único caso de una empresa que quiso engañar al mundo y no se salió con la suya. Hay otros que involucran a ejecutivos maquillando ceros en los balances de sus compañías o emprendedores que prometían productos revolucionarios que en realidad no existían (ni funcionaban). Quizá a otra escala es recordada la historia del cordobés Marco Castagno, quien en el 2000 aseguraba haber inventado una cafetera parlante pero finalmente se supo que no era así.

El escándalo financiero que devino en la caída de Parmalat, el diésel-gate de Volkswagen y el fraude Theranos, cuyo juicio a su fundadora comenzará pronto, son solo algunos de los más representativos.

Acá el informe completo:

f:Cronista