viernes, abril 19

La crisis por la pandemia ocasiona bajos consumos de energía y una inédita morosidad

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Son el 40 por ciento de los usuarios, entre ellos más de 2 mil pymes. Indican, además, una baja en el consumo, sobre todo en grandes consumidores.

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Luego de que se extendiera hasta fin de año la prohibición del corte de servicios públicos, las empresas prestatarias de energía eléctrica esperan con expectativas el avance de las negociaciones para que la Secretaría de Energía de la Nación intervenga directamente con los productores de energía. Mientras, desde Edesa advierten que se cortó la cadena de pagos, e indicaron que se registran niveles inéditos de morosidad que llega al 40%.

El beneficio para usuarios que se dio al iniciar la pandemia venció el domingo pasado y el Ejecutivo nacional lo amplió hasta el 31 diciembre por 6 facturas impagas de luz, agua corriente, gas, televisión por cable, internet y telefonía fija y móvil. El beneficio se lanzó primero por 3 facturas y luego por 6. Sin embargo, Salta adhirió solo al decreto 311/2020, por lo que en la provincia se permiten hasta tres facturas impagas.

La medida alcanzó a beneficiarios de planes sociales y monotributistas de las categorías más bajas. Con una limitación de hasta 3 facturas impagas, en Salta se extendió el beneficio a cualquier usuario que consuma menos de 500 kilowatts por una resolución del Ente Regulador que también venció y ayer se emitió nuevamente mediante resolución 111/2020.

Edesa tiene 358 mil usuarios y el 40 % quedó bajo la categoría de moroso, según informó la empresa. El 20 % se adhirió al beneficio de morosidad, mientras que el resto se trata de usuarios sin ningún tipo de excepción. «Aparte hay 2.374 que corresponden a micro, pequeñas y medianas empresas. Después las que no son micropyme y no están alcanzadas por la resolución del Ente, están demorándose en los pagos, son unos 72.249 usuarios. En total son 139.929 usuarios demorados, que son el 40%», detalló Jorge Salvano, gerente de administración de la concesión de Edesa.

El ingeniero indicó que la empresa siempre manejó niveles más bajos de mora. «Este es el más alto, es extraordinario. Ni en el 2001 se vio», aseveró, aunque destacó que en aquel año crítico que hoy se usa de referente para medir la crisis no hubo estas excepciones de parte del Estado y agregó que «hoy hay un problema genérico, el COVID-19». Además, advirtió sobre la baja en la demanda: «Cayó más ahora que en el 2001. La gente consume menos energía, sobre todo las más grandes. En comercios e industria, por los cierres», explicó Salvano.

Desde Gasnor también destacaron el nivel de morosidad. No precisaron cifras, pero indicaron que esta noticia «se entiende» aunque plantea un «panorama complicado». «Siempre acompañamos el proceso dando facilidades. Hay gente más complicada que otra», indicó Verónica Argañaraz, gerenta de relaciones institucionales y comunicaciones que, al igual que Edesa, llamó a que el que puede, pague.

«¿Qué empresa puede sobrevivir?», cuestionó Carlos Saravia, presidente del Ente Regulador sobre el beneficio de seis meses de facturas impagas lanzada desde Nación. Al mismo tiempo el funcionario destacó que los cortes de 6 mil mensuales, bajaron a mil. «El que tenga, pague, si no, no se puede ayudar al que no paga», pidió.

Las empresas distribuidoras de energía le deben a Cammesa, que al mismo tiempo adeuda a los productores de energía que en nuestra provincia son las termoeléctricas de Gemes, Termo Andes, Cabra Corral y Piquirenda, Tartagal. Mientras, se coordina un proyecto para que la Secretaría de Energía de Nación intervenga directamente con los productores. «Es la más viable, algún subsidio del Estado nacional es lo que vemos, que esas facturas no se paguen en el mercado mayo rista», indicó Salvano.