viernes, marzo 29

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA💫🍃

Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,1-6):

EN aquel tiempo, Jesús entró otra vez en la sinagoga y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Lo estaban observando, para ver si lo curaba en sábado y acusarlo.
Entonces le dice al hombre que tenía la mano paralizada:
«Levántate y ponte ahí en medio».
Y a ellos les pregunta:
«¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?».
Ellos callaban. Echando en torno una mirada de ira y dolido por la dureza de su corazón, dice al hombre:
«Extiende la mano».
La extendió y su mano quedó restablecida.
En cuanto salieron, los fariseos se confabularon con los herodianos para acabar con él.

Palabra del Señor
Mc. 3, 1-6: Sanar tu actuar.

1) La mano paralizada: cuando se paraliza tu mano no podés no siquiera escribir. Es decir, que hasta te cuesta poner por escrito lo que estás viviendo. No podés generar. La mano paralizada en lo espiritual significa esta situación de no poder expresar lo que estás viviendo, no podés actuar. Cuántas veces pasa en tu vida esto: que estás viendo la realidad y la pensás, pero no sabes cómo actuar, te sentís con las manos atadas o paralizadas. Hasta incluso piensas si está bien o mal que actúes, pero ni siquiera sabes si es el momento o la situación. Hay una cosa más: cuando quieres actuar a tu manera, pero los demás te consideran inútil… Ahí capaz que no tenés las manos atadas pero te atan las manos.

2) Dureza de corazón: Jesús puede sanar tu corazón y tu modo de actuar, tu modo de vivir. Ponete delante de Él y pedile que te ayude en tu caminar, en saber actuar como Él quiere que actúes. Pero también que tengas un corazón que no sea tan duro porque vos también podés convertir en inválidas las acciones de tus hermanos. Cuando te endureces minimizas y ninguneas al otro. Cuando te cerrás en vos los otros no existen y los paralizas y, al fin y al cabo, terminas solo y sin actuar. Jesús cura la parálisis, pero se admira de la dureza de corazón, que eso aquí no lo cura.

3) Conspiración: tenés que saber que una de las cosas que aparecen y conviven con nosotros es la envidia. Creo que eso lo tenés que tener presente y no ser ingenuo. Mientras obres para Dios y hagas el bien, habrá otros que buscarán el mal y sacarte del camino. No tengas miedo. Para evitar esto es importante reconocer y aceptar a quien no te quiere y no te acepta; ante ello, la distancia y la prudencia. Hacé como Jesús, seguí tu camino y solo da explicaciones de tus actos a quien corresponda.