martes, abril 23

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾
V/. Oigo el cuchicheo de la gente,
y todo me da miedo;
se conjuran contra mí
y traman quitarme la vida. R/.

V/. Pero yo confío en ti, Señor;
te digo: «Tú eres mi Dios».
En tu mano están mis azares:
líbrame de los enemigos que me persiguen. R/.
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (20,17-28):

EN aquel tiempo, subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino:
«Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará».
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
Él le preguntó:
«¿Qué deseas?».
Ella contestó:
«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
Pero Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?».
Contestaron:
«Podemos».
Él les dijo:
«Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:
«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».

Mt. 20, 17-28: Los puestos pasan, la eternidad queda.

1) Jerusalén: Jesús avisa a los muchachos lo que va a pasar. Él no engaña, ya advierte lo que va a venir. Jesús nos advirtió lo que implica ser cristianos. Sabemos que tendremos nuestra Jerusalén, nuestro lugar de golpes, de crucifixión y de resurrección. Será ese momento de lucha, pero también de grandezas. Cuán importante es reconocer que vamos en camino o que estamos en nuestra Jerusalén. Aprende a mirar el todo y recordá que tendremos momentos duros, pero se va a resucitar.

2) Los enfrascados en el poder: los muchachos ya quieren asegurar puestos. Jesús habla de lo que le va a pasar y ellos piensan en los puestos. Porque a todos nos pican el poder y los puestos. En estos días estamos meditando ciertos vicios que nos pueden aparecer y este es uno de los grandes vicios que aparecen, porque hasta lo vivimos en nuestras comunidades parroquiales y movimientos: personas que se enfrascan en un puesto y que no son capaces de buscar sucesores, hasta el cura tiene miedo de sacarlos. Cuánto dolor genera esto en la Iglesia. Pidamos a Dios servir con humildad.

3) Servir: mira la cruz y recordá allí lo que implica el verdadero sacrificio. Fíjate en sus manos y en sus pies, porque cuando servís también te crucifican pero das vida para abrir nuevas vidas. Hoy vos y yo sirvamos con amor. ¡A no bajar los brazos! y no dejemos en las comunidades personas que se envicien en el poder.