miércoles, abril 24

Comunicación no verbal: que dijo El Dipy con sus gestos sobre su romance con Viviana Canosa

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El director del Laboratorio de Investigación en Comunicación No Verbal, analizó en exclusiva para minutouno.com el lenguaje corporal de la conductora de tv y el músico con el fin de verificar el grado de congruencia entre lo que dijeron y las emociones expresadas en su cuerpo.

Hace apenas horas, El Dipy y Viviana Canosa se refirieron en el programa de TV de la conductora, a las versiones que circularon en los últimos días en las redes sociales y otros medios, sobre un supuesto romance entre ellos. El cantante de cumbia ensayó una respuesta diciendo: «Me dolió que se involucrara a tu hija». Y en ese mismo tono, Canosa señaló: «Son tan boludos que se creen que El Dipy puede pasar desapercibido».

Queda claro que al menos discursivamente ambos comparten el mismo argumento; a saber, no hay romance. Sin embargo y debido al impacto mediático, nuestro Laboratorio de Investigación en Comunicación No Verbal quiso ahondar en el lenguaje corporal de ambos para verificar el grado de congruencia con las palabras pronunciadas. Brevemente exponemos a continuación, punto por punto (por razones de espacio solo hemos seleccionado los principales), algunos códigos de comportamiento que, a priori, alcanzarían al menos para dudar de la veracidad de los dichos de “El Dipy” y Canosa:

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Cejas levantadas

Luego de la frase de Dipy “tendría que haber venido vestido de Rappy”. Ambas cejas se levantan en un código conocido como UA2 que cuando no revela sorpresa – y claramente no es el caso-, es un gesto común en el contexto de la atracción y el cortejo. Cuando lo hacemos de ese modo tan veloz, ni siquiera somos conscientes que lo estamos haciendo.

Cruce de piernas

Dypi cruza sus piernas señalando con la pierna cruzada a Canosa. Este comportamiento sutil, asocia la intención afectiva hacia la persona que nuestra pierna señala y es muy común verlo en interrogatorios o entrevistas compartidas.

Mano en la boca

En el momento en que Canosa realiza un relato sarcástico de la situación Dypi lleva la mano a su boca en un gesto de autocensura. Este código aparece en personas que al escuchar la versión de los hechos en los que participaron, quieren agregar información pero de modo inconsciente el cerebro les indica que no deben decirlo.

Guiño

Antes que Canosa diga que “Dipy fue tan caballero”, el rostro del músico filtra un gesto catalogado como AD46. El guiño de un ojo que en nuestra cultura se utiliza tanto para señalar complicidad por información compartida a la que no todos pueden acceder, como así también a la intención amorosa y afectiva dentro de la dimensión clandestina. Nótese también que el guiño sucede en un microsegundo por lo cual lo consideramos una “fuga” o una “emoción filtrada” antes que un gesto voluntario.

Cuello cubierto

Al señalar “era de mentira pero la culpa la tenía yo”, el Dipy en un intento de seguir parodiando la situación, protege su cuello en un comportamiento catalogado como M54 colocando su mano en el mentón y bajando levemente la cabeza. Dicho código aparece cuando nos sentimos amenazados por ejemplo por información que puede salir a la luz,

Hasta acá, algunos elementos del lenguaje corporal del cantante ¿Y Canosa? ¿Qué dijo su cuerpo mientras intentaba desmerecer las versiones del supuesto romance?

Mientras menciona la frase “El invento del romance me parece de un machirulaje…” la conductora realiza algunos movimientos corporales que contradicen sus palabras.

Manos en su collar

Las manos acomodando el collar son una clara necesidad de estabilizarse en la situación incómoda. Cuando afirmamos algo que no creemos, solemos aferrarnos a las cosas para estabilizarnos por la inseguridad que nos produce decir algo distinto de lo que sucedió.

Manos en su butaca

Un segundo después, para que no queden dudas de su incomodidad, Canosa apoya sus dos manos en los apoyabrazos de su butaca y se reacomoda en su asiento.

Paralenguaje

El paralenguaje refiere a la forma en la que hablamos, más allá del contenido del mensaje. El tono de la voz (elevándose y tornándose más agudo), el ritmo, las pausas y la velocidad se modifican al punto de no finalizar las frases en un intento de sonar creíble. Eso nos sucede cuando nuestro cerebro verifica la falta de congruencia entre los hechos y el relato. Todo eso lo podemos apreciar en la voz de Canosa.

Finalmente, ¿podemos, con estos elementos, decir Dipy y Canosa mienten? Para ser más profesionales deberíamos afirmar: El análisis del lenguaje corporal de ambos nos da elementos para creer que ocultan información, que lo que relatan no se ciñe estrictamente a los hechos, o que al menos ellos mismos no lo siente así. También podemos inferir lo que el sociólogo Jacob Levy Morenos señala como “telé positiva” entre ellos. O sea, sin tecnicismos, la suficiente buena onda y complicidad como para acordar construir una cohartada

Recordemos que con nuestras palabras brindamos información pero con nuestro cuerpo contamos lo que sentimos. Así que, si notamos algunas incongruencias entre lo que nos dicen las palabras y lo que vemos en el lenguaje corporal de las personas, creámosle siempre al cuerpo, porque como siempre decimos en nuestro laboratorio, nuestro cuerpo no sabe mentir.

Hugo Lescano es Director del Laboratorio de Investigación en Comunicación No Verbal

y Consultor externo de la OEA (Washingotn DC) en Comunicación no Verbal y Negociación. Además se desempeñó intercediendo en conflictos carcelarios durante más de una década en las cárceles de Buenos Aires

Instagram: @hlescano

El experto dará una conferencia para todo el mundo hispano revelando las claves para detectar mentiras.