martes, abril 16

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EVANGELIO DEL DÍA 🌾

Mateo (25,1-12):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: «¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!» Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: «Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas.» Pero las sensatas contestaron: «Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis.» Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: «Señor, señor, ábrenos.» Pero él respondió: «Os lo aseguro: no os conozco.» Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»

Palabra del Señor
🌾MEDITACIÓN DEL EVANGELIO 🌾

Mt. 25, 1-12:

🌾La prudencia de Dios.

1) Los frascos:

Ser prudente en la vida también implica prevenir, es saber que tu vida tiene un proyecto y un camino, no es tan solo el ya ya, hay que mirar a un objetivo, a un todo y saber que al tiempo hay que respetarlo porque no lo sabemos controlar. El prudente dimensiona que hay un camino y un proceso, el necio es ansioso y pasional. No te quedes sin nada a medio camino porque tenés que ver el todo de tu vida.

2) La noche:

Con el tiempo uno se da cuenta quién es prudente y quién no. En la vida también podemos ser arrebatados (por fuera todo listo, todo crudo por dentro), no podés ser así en la vida. Porque si Dios te llama hoy tendrás que dar cuenta. No te desanimes a luchar y a comprender que esta vida es una y es largo el tirón, ni vos ni yo sabemos cuándo hemos de morir. Es por ello que te invito a que valores cada cosa que hagas como también cada trato que tengas. Hoy tenés mucho por dar y anunciar, pero no dejes que la imprudencia te haga acelerado y perdido.

3) El Esposo:

Cuando Dios llegue a tu vida es hermoso que te vea con luz propia. No dejes que nadie apague esa luz que vos mismo tenés. Pero también no dejes que se apague en tu vida esa luz que tenés. No dejes que el tiempo quite de vos la luz de la alegría y del entusiasmo de vivir. Porque sos una luz para muchos, pero si no la cuidas y no la trabajas puede perderse todo. Ánimo y a seguir.
Gracias por haber rezado por mi padre. Ya de alta y en casa. Gracias por el don de la luz de tu vida y hasta el cielo no paramos.