El país avanza en las negociaciones con el Fondo Monetario, aunque la concreción de un nuevo pacto se hace esperar. Por qué es necesario

En estos días, toda la discusión sobre el futuro económico del país pareciera estar supeditado al logro, o no, de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Si bien la concreción de este acuerdo resulta importante, el mismo no es garantía de un futuro venturoso.

¿Por qué resulta importante el logro de un acuerdo? El motivo principal para alcanzar un acuerdo es poder evitar un default de deuda con el Fondo, el cual nos imposibilitaría acceder al ya escaso financiamiento externo que recibe el país de organismos internacionales.

Dada la imposibilidad de hacer frente al pago de los 19.000 millones de dólares de compromisos de deuda que tiene el país en 2022 con el organismo, la única alternativa para evitar el default es la refinanciación, la que demanda el logro de un nuevo pacto.

Un segundo motivo a tener en cuenta tiene que ver con la confianza que genera el país en los mercados. Revertir el proceso de desconfianza que enfrenta el país será sumamente difícil, pero el logro de un acuerdo con un organismo más prestigioso podría ayudar en este sentido.

El motivo principal para alcanzar un acuerdo es poder evitar un default de deuda con el Fondo, el cual nos imposibilitaría acceder al ya escaso financiamiento externo

La desconfianza de corto plazo en la economía nacional se observa tanto en no residentes, lo que se traduce en la imposibilidad de colocar deuda, como en los residentes del país, lo que se materializa en una escaza demanda de pesos. En el mediano y largo plazo, la falta de credibilidad afecta las inversiones y, por ende, el crecimiento de la actividad económica, del empleo, la recuperación de los salarios de manera sostenible en el tiempo y el combate de manera seria y eficaz de la pobreza.

Clave: Argentina no puede enfrentar los pagos al FMI que deberían hacerse en 2022.

Si bien generalmente se suele relacionar el logro de un acuerdo con el FMI al cumplimiento de ciertas pautas, cabe destacar que las mismas las demanda la economía nacional antes que el organismo. Un acuerdo típico explicitará cual será el programa fiscal, monetario y cambiario que implementará el país, con metas cuantitativas para determinar su cumplimiento. Al mismo tiempo, si el país intenta conseguir un programa de largo plazo, el organismo demandará la implementación de reformas estructurales. Ahora bien, más allá de los requerimientos del organismo, la previsibilidad en estas variables resulta determinante si lo que se intenta es normalizar el funcionamiento de la economía.

Las actuales distorsiones que enfrenta la economía nacional son el resultado del programa económico implementado por el Gobierno, basado en la monetización de un déficit fiscal creciente. La emisión monetaria, no demandada por el mercado, para financiar el déficit fiscal en el año electoral explica las presiones sobre el mercado de cambios, el elevado nivel de inflación y el estancamiento económico; más allá de la fuerte caída y consecuente recuperación post pandemia.

A su vez, las medidas dispuestas para atenuar las consecuencias de este programa económico generan la pérdida de reservas por parte del Banco Central hasta niveles críticos y la existencia de una brecha cambiaria creciente.

Las distorsiones que enfrenta la economía nacional son el resultado del programa económico implementado por el Gobierno, basado en la monetización de un déficit fiscal creciente

Por su parte, la «política» anti inflacionaria basada en la apreciación del tipo de cambio real, el ajuste de tarifas por detrás de la inflación y los acuerdos de precios –devenidos en congelamientos–, más allá de no lograr el objetivo deseado, provocan una fuerte distorsión en la economía.

Un acuerdo con el FMI podría ayudar a recuperar la confianza externa en el país.

Argentina tiene una lamentable historia de controles de precios y las consecuentes distorsiones de precios relativos. Representa un ejemplo reciente la regulación de tarifas de la energía y la forma en la cual se vio afectado el mercado energético. Ante el retraso de las tarifas, el mercado ajustó con faltantes de gas para la industria en invierno en pos de satisfacer la demanda de los hogares, cortes de electricidad en verano, deterioro de la balanza comercial energética y necesidad de divisas para financiar importaciones.

El comunicado emitido por el Fondo Monetario Internacional sobre la Argentina, con un lenguaje diplomático, hace hincapié en la necesidad de las correcciones anteriormente planteadas. En este sentido, el organismo menciona que «hubo un entendimiento general sobre la necesidad de mejorar de manera gradual y sostenible las finanzas públicas». A continuación, profundiza: «Abordar la persistente y alta inflación requiere un enfoque múltiple que implique una reducción del financiamiento monetario del déficit fiscal, una política monetaria adecuada con tasas de interés reales positivas y una coordinación de precios y salarios».

Finalmente, si bien es necesario el logro del acuerdo, el mismo debe tener presente las particularidades de la economía nacional, siendo la más importante la utilización del dólar como unidad de cuenta por parte de toda la población, «haya visto un dólar» o no. Ignorar esta particularidad será la génesis de problemas futuros en el mercado de cambios. 

f:IProfesional