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Advierten que está en riesgo la atención de emergencias cardiovasculares

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Lo comunicó el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas y señalaron que podrían dejar de realizarse angioplastias y colocaciones de stents por la “tormenta” que atraviesa el sector. 14 mayo, 2024

El Colegio Argentino de Cardiólogos Intervencionistas (CACI) emitió un comunicado en el que alertó sobre la situación que atraviesa el sector de la salud y que pone en riesgo la continuidad de las atenciones médicas en lo que refiere a la especialidad.

En el texto que difundieron afirman que “en el mediano plazo, la actividad puede desaparecer y no podrían colocarse stents ni efectuarse angioplastias. Se está dando una conjunción de factores que ponen en peligro la misma actividad”.

Sobre los motivos particulares, desde el CACI explicaron: “El aumento exponencial del costo de los equipos y los insumos médicos y la baja sistemática de los honorarios profesionales están mostrando ya consecuencias indeseables, como son la reprogramación de las prácticas y la demora en realizarlas, al dilatarlas por meses, lo que pone en riesgo la salud del paciente. De no mediar una solución en el mediano plazo, toda la actividad va a verse paralizada, generando un impacto incalculable sobre la salud de la población en toda la Argentina”.

“El costo de los equipos y de los insumos han aumentado en forma exponencial (entre un 300 y 500%). Estos incrementos no se vieron reflejados en los centros asistenciales donde se hacen estos procedimientos y que las obras sociales y los sistemas de medicina privada pagan”, detallaron.

En este sentido, señalaron que cualquier centro del país que tenga salas de cateterismo recibe, por las prácticas que allí se realizan, menos de la mitad que los colegas latinoamericanos y una cuarta o quinta parte de lo que se abona en Estados Unidos. Estos bajos valores abonados por los financiadores afectan no solo a los médicos, sino también a las instituciones se quedan sin márgenes para renovar equipos e infraestructura.

Según advirtieron, en la Argentina se cobra apenas una fracción de lo que se cobra en Chile, Brasil o Bolivia y que los profesionales tienen “una gran dificultad para sostener el trabajo por las pobres condiciones a las que son sometidos”.