viernes, marzo 29

Ahora se empieza a saber cómo será el segundo tiempo de Macri

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Nota extraída de Clarín por Ricardo Roa

Anunció que se retira de la candidatura, no de la política. Habrá que ver qué pasa. Pero adquiere más estatura.

Aclarado lo de Primer Tiempo. Macri no se refería a un segundo tiempo con él de jugador, sino en el banco, aunque no al costado de la cancha sino dentro de la cancha. Dicho así, para alguien dos veces presidente, una vez de Boca, que no es fácil, y otra del país, que es mucho más difícil, el paso que acaba de dar puede sonar a retroceso. Pero si lo que busca Macri es convertirse en garante de un cambio, es bien otra cosa.

Por de pronto, hace empezar un nuevo partido, afuera y adentro de Juntos. Les arruga la barrera a los que basaban su discurso en que “mejor que ése no vuelva porque todos los males que tenemos son culpa de él”. Algo van a tener que hacer con su relato: kirchneristas le piden a Fernández que imite a Macri y albertistas le piden a Cristina que haga lo mismo que Macri.

La palabra más pronunciada por el kirchnerismo, con recientes variantes como esa, de Larroque: La patria es el otro, que resuena a frase de Borges, ha sido Macri. Al kirchnerismo le encantan los fantasmas del pasado y algunos presentes, como el de la proscripción. Tal vez ahí sigan hablando de Macri, diciendo que se bajó porque no le daban los números. Pero ya no es Macri el que tienen por delante. Buscaban eso. Van a tener que apuntar o a Bullrich o a Larreta, que no estuvieron nunca en La Rosada.

Bullrich y Larreta (en orden alfabético) son notorios ahijados de Macri, a los que manda a las Paso, una experiencia desconocida. ¿Qué hará el gobierno? No sabe/no contesta. Pero tendrá que resolver rápido la incógnita de sus candidatos. Macri dice que él ya fue. Cristina parece que no, que ella fue y es, con esos anacronismos cada vez menos concurridos y comentados de las marchas del clamor.

¿Qué clamor? Macri está mostrando ahora que rosquea adentro de lo suyo mejor y más concreto que Cristina, cuya autoproscripción parece haber sido pensada para ser móvil: un día sí, otro más o menos, nunca no del todo.

Si un grupo de dirigentes del Pro pensaba en jubilar a Macri, esto no pasó. Se retira de la candidatura, no de la política. Es un cambio de asiento. Pone orden en la interna y deriva más hacia la gente lo que ya estaba derivado: mandan las PASO, no el dedo, como con Cristina. El contragesto lo agranda y hace más difícil pensar en su jubilación.

Habrá que ver qué pasa más adelante pero adquiere una estatura política que nunca tuvo. Con la edad se es más sabio si se puede tomar distancia de vanidades y de rencores, y hacer lo que se tiene que hacer.

Macri ganaba las PASO y el caos en el Gobierno lo ayudaba a presentarse. Se lo pidieron amigos influyentes, como Paolo Rocca. O el radical Sanz que, según testigos de esa reunión, esta semana le dijo: “Tenés que ser vos. Dije hace dos años que no podías ser. Me equivoqué”. Cerca de Sanz niegan esa versión.

¿Pero por qué se bajó? Tal vez porque esta crisis económica sin fondo lo asocia a la suya y en una de esas beneficiaba a Milei.

Tanto el radicalismo como Lilita pueden encontrar en Macri el interlocutor para avanzar en acuerdos más allá de los intereses de los candidatos. Dentro del Pro, lo más probable es que él imponga las condiciones de la competencia entre Bullrich y Larreta. Tiene ahora más poder para mediar y definir la estrategia de su propio espacio. ¿Será neutral en esa pelea? ¿O ayudará como viene ayudando a Bullrich frente al desbalance en aparato y recursos que tiene Larreta?

La primera cuestión a resolver es la Ciudad. Acordaron que haya un solo candidato del Pro que se elegiría por medio de una encuesta, como en Córdoba. Algunos imaginan que el método podría repetirse en la Provincia. De vuelta a la Ciudad; más difícil de resolver qué le ofrecen a Lousteau. Su pacto con Larreta no encaja en este acuerdo más amplio con Macri. Larreta mandó el sábado mismo a Angelici a ver con Macri si le encuentran una salida.

Larreta resigna la decisión de pelearle el liderazgo a Macri a cambio de poder disputar la candidatura a presidente. En buena o alguna parte, este paso al costado de Macri podría terminar siendo hacia arriba y debe preocupar a Milei, que le propuso a Macri ir como vice suyo.

Unas PASO potentes pueden terminar concentrando el voto opositor. El gobierno seguirá diciendo que estamos como estamos por culpa de Macri. Pero deberá repartir andanadas contra Milei, además de las muchas que se dispara contra sí mismo. Depende cada vez más de los votos que Milei pueda quitarle a Cambiemos. El kirchnerismo no puede desentenderse: el tercer escalón del podio está en juego.

¿Esto ordena el espacio de la oposición? No, pero puede ser el comienzo. Las reacciones macristas en las redes parecieran mostrar esta síntesis: qué bronca, Macri que no sos, pero qué bien que no sos. ¿Y cuál será el impacto electoral? Con Macri afuera, la oposición pasa un mensaje bien contrario que es campaña ya, pero partidaria, no personal: no hay Mesías. El gobierno de salvadores de ocasión como Massa no mejoró nada. Empeoró y sigue empeorando porque no hay otro gobierno, es el mismo de Cristina y Fernández.