Nota extraída de TN por Sebastián Aulicino

La nueva ministra de Economía fue elegida a contrarreloj, antes del inicio de un lunes de fuerte incertidumbre financiera. Quedó pendiente una reestructuración del Gabinete, con Sergio Massa incluido.

Luego más de 28 horas de tensión, incertidumbre, versiones y negociaciones en los más altos niveles del Gobierno, Alberto Fernández designó este domingo por la noche a Silvina Batakis como ministra de Economía. El Presidente tomó la decisión luego de ceder a las presiones internas y hablar con Cristina Kirchner, a quien se negaba a llamar.

En el Frente de Todos quedó “gusto a poco”, tanto en el sector que comanda la Vicepresidenta como en el de Sergio Massa. La nueva ministra fue, indicaban en esos sectores, una “salida de emergencia” para no llegar al lunes sin funcionario en el Palacio de Hacienda.

La confirmación de Batakis se produjo, además, después de que al presidente se le cayera toda una lista de candidatos, que fue fogoneada por funcionarios del propio Ejecutivo, y que incluyó a Emmanuel Alvarez Agis, Martín Redrado y Marco Lavagna, entre otros. También quedó en el aire una reestructuración mayor del Gabinete con la incorporación de Sergio Massa, que tenía grandes exigencias.

Batakis se desempeñaba hasta ahora como secretaria de Provincias del Ministerio del Interior, la cartera que comanda Eduardo “Wado” de Pedro, el ministro más cercano a Cristina Kirchner en el gabinete nacional. La nueva ministra cuenta con el aval de la Vicepresidenta, y se reuniría formalmente este lunes con Alberto Fernández en Olivos.

El Gobierno corría contrarreloj. Este lunes promete ser uno de altísima tensión financiera y, ante la indefinición, el Banco Central llegó a evaluar la posibilidad de decretar un feriado cambiario. Será la primera prueba para la nueva ministra de Economía, que llega al Palacio de Hacienda con un gabinete económico vaciado tras la salida de Martín Guzmán.

Anunciada la nueva funcionaria, en Casa Rosada informaban en la noche del domingo que ya no habría nuevas designaciones y que Batakis sería el “único cambio” del Gabinete. Un hecho sumó ruido interno: la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, convocó a una conferencia de prensa junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur, y luego la suspendió. Luego de casi treinta horas de incertidumbre, oficialmente, todo lo que dejó el fin de semana fue un tuit de Cerruti y ni una palabra del Presidente.

“Hoy se resolvió la urgente. El resto se verá los próximos días”, adelantaban, en cambio, cerca de Sergio Massa. Es decir, en el entorno del presidente de la Cámara de Diputados, no descartaban mayores anuncios para el resto de la semana. El líder del Frente Renovador quería una reestructuración del Gabinete, con él a la cabeza, y el control no solo del Ministerio de Economía, sino también del Banco Central.

En el sector que responde a Cristina Kirchner ya habían dejado en claro que no alcanzaría con un simple cambio de nombres y una nueva figura al frente del Palacio de Hacienda. También habían reclamado un nuevo reordenamiento del gabinete y un claro giro político. La designación de Silvina Batakis, aunque fue leída como una nueva capitulación de Alberto Fernández, no sería suficiente.

Al cierre del fin de semana, el Presidente quedó en una posición de debilidad más aguda a la que tenía cuando terminó la semana pasada. Según informaron fuentes que siguieron muy de cerca las negociaciones en Olivos, Alberto Fernández se resistió durante horas, pese a los reclamos de Sergio Massa y Juan Manzur, a llamar a Cristina Kirchner.

Lo hizo finalmente pasadas las 20:00. Una hora más tarde, el Presidente enviaba a su vocera a confirmar el único cambio de nombres que dejó un fin de semana intenso: Silvina Batakis es la nueva ministra de Economía.