Alberto Fernández: las dos leyes que quiere que vote el Congreso después de las elecciones

- 2019-10-19
El equipo del Frente de Todos se prepara para la transición. Quieren impulsar dos iniciativas que quieren aprobar antes del 10 de diciembre.
Tercero en la línea de sucesión
presidencial, Federico Pinedo dijo que, en caso de ganar el Frente de
Todos, la transición debe comenzar el 28 de octubre. La pregunta se la
hicieron en el marco del encuentro de IDEA, al que no asistió ni el
presidente Mauricio Macri ni su principal rival, Alberto Fernández. En
el equipo albertista coinciden con el senador nacional y si festejan en
la madrugada del 28, por la mañana empezarán a tender puentes con el
oficialismo y pondrán en acción a sus legisladores nacionales. Dos son
las leyes que quieren que el Congreso vote antes del recambio y una
después del 10 de diciembre.
“El Frente de Todos es amplio, con
diversos sectores dentro del Parlamento y a la ola victoriosa habrá que
empujarla con unidad y acciones”, señaló a Infobae un vocero del
interbloque opositor. El propio Alberto Fernández, al lanzar el Plan
Argentina contra el Hambre, dijo que hay varias iniciativas que no
necesitan más que la decisión política de los bloques del Congreso para
ser aprobadas. Se refería principalmente a la Ley de Góndolas (ese día
recordó que Juan Grabois, referente de la CTEP presente en el acto, se
la reclamaba). El proyecto apunta a hacer más accesibles los productos
que integran la canasta básica, que no haya monopolios en las góndolas y
garantizar el acceso a los alimentos y a la calidad de alimentos. La
iniciativa incluye también la apertura de espacios en los supermercados
para los productores de la llamada economía social, lo que tendría el
doble beneficio de estimular ese tipo de empleo y ofrecer mayor
competencia entre los productos y mejor calidad. Esa iniciativa es parte
también de las negociaciones que por fuera del Parlamento encarga por
estos días el diputado Daniel Arroyo, a cargo del plan contra el hambre.
Esta
semana, en un intento por reactivar al Congreso, se intentó avanzar con
el otro proyecto de ley que interesa al Frente de Todos. Fracasaron. Se
trata de la Ley de Alquileres y en el peronismo están del lado de los
inquilinos. Hay varias iniciativas presentadas en el Congreso. En el PRO
fue Daniel Lipovetzky su mayor impulsor aunque con una idea diferente a
la de la oposición. El diputado, de buen diálogo con las distintas
variedades del peronismo, convocó a un plenario de la Comisión de
Legislación General. No hubo quórum porque hubo amplia ausencia del PRO y
sólo bajaron a la reunión, además de Lipovetzky, Felipe Solá, Adrián
Grana, Vanesa Siley, Guillermo Carmona y Martín Doñate del FpV y Red por
Arentina y los radicales Carla Carrizo, Brenda Austin, Mario Arce y
Luis Petri. Además estuvieron Agustín Rossi, que es autor de uno de los
proyectos, y por el Movimiento Evita la diputada Araceli Ferreyra.
Antes
hubo una reunión entre Solá, Grana (que trabaja el proyecto de Rossi) y
Lipovetzky. Los peronistas están dispuestos a consensuar sus
iniciativas y el diputado del PRO no quiere dejar su banca sin que haya
una ley para un tema por el que batalló tanto como para la interrupción
voluntaria del embarazo. El trámite de hecho tiene fecha de inicio en el
2016.
Lo que no se pudo la semana pasada, menos se podrá
esta última semana previa a las elecciones del domingo. Pero después del
27, el peronismo volverá a insistir para consensuar varios de los
proyectos que tienen estado parlamentario, entre ellos uno para que se
amplíe el contrato mínimo de alquiler de dos a tres años, que el precio
se reajuste en forma anual, que la comisión a la inmobiliaria la pague
el propietario y que haya un sólo mes de depósito en concepto de
garantía (el que el dueño debe devolver a valor actualizado al finalizar
el contrato). El objetivo principal es bajar los gastos a 7 millones de
inquilinos en todo el país.
El tercer proyecto de ley a tratar
apenas asuma el nuevo Presidente será el Presupuesto Nacional. El
albertismo quiere aprobrarlo después del 10 de diciembre, tras
estudiarlo profundamente y analizar la ‘herencia’ que reciban, en caso
de ganar.
Por ahora, no hablan mucho sobre el pago de la deuda
pero es otro tema que podría tratar el Congreso o renegociar el próximo
presidente.
El propio candidato a presidente del Frente de Todos
habló de las “ansiedades” en la sociedad. Algunas son “urgentes”, como
la pobreza y el hambre, argumentó. Otras, distintas, señaló, son las
ansiedades de los mercados a los que les pidió calma para el día después
a la elección nacional.
Desde que arrancó su campaña, y en los
últimos tiempos con más intensidad, el candidato hizo foco en la
pobreza, en la pérdida de capacidad adquisitiva de la clase media, en la
caída del consumo y del mercado interno, en la pérdida de empleo, la
suba de tarifas, el cierre de comercios y pymes, la falta de
exportaciones y la inflación. Arreglar todo eso será dificultoso y
Fernández no promete soluciones inmediatas. Pero sabe que habrá demandas
más urgentes especialmente sobre aquellos que dice representar como
dirigente peronista, los que más sufren y los que menos tienen. Como
todo debutante en un cargo, su plan será mostrarse en acción con el
impulso de los votos. Como suele suceder, en el principio hay confianza,
expectativa y consenso. Pero en el Frente de Todos saben que la
esperanza se agota en poco tiempo y es la razón por la que quieren
aprovechar incluso el tiempo entre la elección, si no hay balotaje, y la
asunción.
En ese marco hay dos etapas en el futuro inmediato. La
primera es el tiempo que va entre el 28 de octubre y el 9 de diciembre,
cuando Fernández se movería como presidente electo y pediría al
Gobierno conocer los números y las reservas que quedan en el Banco
Central. Ya dio una señal al descartar ayer que vaya a dejar a Guido
Sandleris al frente de la política monetaria. No quiere a ningún
funcionario de la actual gestión en su eventual gobierno. Su planteo es
que no coinciden en la visión de lo que se debe hacer.
De lo que
está seguro es de que esta semana debe fluir la campaña para conseguir
la mayor cantidad de votos, concentrarse donde se puede ampliar a
ventaja o donde hay empate técnico y evitar errores. Seguramente desde
su búnker, si confirma el triunfo de agosto y con la misma contundencia,
hará un llamado a una concertación social y reclamará por algunas de
las leyes que se pueden votar aún antes de la asunción. El ejemplo será
la Emergencia Alimentaria, pero ya bajo su control.