El Presidente criticó al candidato de La Libertad Avanza cuando participaba del acto de apertura del Congreso Nacional del Agua, “es un negocio para pocos y una mala idea para muchos”, sentenció.

Tras su regreso a la vida pública el presidente de la Nación, Alberto Fernández, se metió de lleno en la campaña electoral y criticó, aunque sin nombrarlo, al candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, durante el acto de apertura del XXVII Congreso Nacional del Agua en el CCK.

“Estamos en un momento en que parece que a los negacionistas les va bien. No solo niegan el terrorismo de Estado sino la existencia del cambio climático, que no es algo religioso, está científicamente comprobado cómo los combustibles fósiles provocaron el calentamiento, sequías, el derretimiento de los polos”, disparó el mandatario.

Sin pronunciar el nombre del líder libertario, el jefe del Ejecutivo nacional se refirió al pensamiento del candidato que captó la mayor cantidad de votos en las elecciones primarias del pasado 13 de agosto, en donde el referente del oficialismo, Sergio Massa, quedó en la tercera posición, detrás de Patricia Bullrich.

Fernández, señaló en el marco del evento: “Necesitamos cuidar el agua que nos queda y llevarla a quien lo necesita. Es inadmisible que en el siglo XXI a los seres humanos les falte el agua para vivir”, y destacó que este hecho no es sólo por efecto del cambio climático sino por la “falta de reacción” de los gobernantes.

El Presidente no sólo lanzó críticas para Milei, también deslizó un cuestionamiento hacia su vicepresidenta, Cristina Kirchner, al señalar que como consecuencia del último temporal, “No se inundó La Plata porque se hicieron obras durante el gobierno de María Eugenia Vidal, luego de que se inundara tanto cuando Cristina era Presidenta”.

En ese mismo sentido, Alberto volvió a apuntar contra su predecesor, Mauricio Macri, por privilegiar la construcción del Paseo del Bajo por sobre obras hídricas en las provincias y lo comparó con la idea del aspirante presidencial libertario, de hacer que los privados hagan las obras públicas. “Es un negocio para pocos y una mala idea para muchos”, concluyó el líder del Gobierno nacional.