Alerta en Salta por Salmonella: casi tres de cada cuatro casos fueron en la capital
Entre octubre y noviembre se notificaron 76 infecciones en el sistema público. Si la tendencia es similar a la del año pasado, habría muchos casos en los próximos meses.
Gentileza
Más del 73 por ciento de los casos de
salmonella reportados entre octubre y noviembre en la provincia
corresponden a Salta capital.
En los últimos dos meses se notificaron
76 infecciones al Ministerio de Salud Pública, sobre todo en el sector
estatal. Las últimas semanas la mayoría de las patologías se vieron en
el Hospital Público Materno Infantil (HPMI).
Del total de los casos
reportados, 55 corresponden a Capital. Los demás fueron hallados en
Cerrillos (6), Rosario de Lerma (5), Cafayate (3), Coronel Moldes (1),
El Carril (1), San Antonio de los Cobres (1) y hay 3 sin dato de
departamento.
La directora general de Coordinación Epidemiológica,
Analía Acevedo, reconoció que hay “una detección muy importante de casos
y muy similar a la que hubo la temporada anterior, a fines de
diciembre”, pero advirtió que todavía no se trata de un brote, sino que
son casos aislados.
Las infecciones podrían aumentar los próximos
meses, cuando lleguen el verano y las temperaturas más altas. En enero
último se registraron 253 casos y en febrero, 97. El primer mes el
departamento Capital representó casi el 80 por ciento de las infecciones
en la provincia.
Para evitar que haya una gran cantidad de casos en
poco tiempo, desde el Ministerio de Salud Pública buscan enfocarse en la
promoción y prevención de las infecciones por salmonella. La semana
pasada se reunieron con autoridades del HPMI para trabajar sobre eso y
planean una tarea en equipo con Bromatología.
Causas y síntomas
La
salmonelosis es una enfermedad de transmisión alimentaria (ETA). Estas
se producen por la ingestión de alimentos y/o agua que contienen agentes
que pueden afectar la salud. Las ETA pueden producir diarrea, vómitos o
náuseas, acompañadas -o no- por fiebre y dolores abdominales.
Para
las personas sanas la mayoría de las ETA duran un par de días y no
presentan complicaciones, pero para las más susceptibles, como niños,
ancianos, embarazadas y quienes padecen otras enfermedades, pueden ser
más severas y hasta provocar la muerte.
La salmonelosis se relaciona,
sobre todo, con la conservación de los alimentos, como el consumo de
frutas y verduras mal lavadas, de huevos crudos y otros productos como
mayonesa, queso, helado y crema. Otra vía de transmisión es fecal-oral:
cuando las personas entran en contacto con las heces de animales o de
humanos infectados.
Las medidas más importantes para prevenir esta patología son el lavado de manos y el manejo seguro de los alimentos.
El
aumento de la temperatura ambiental y la falta de suministro constante
de agua contribuyen a que haya más infecciones. Al tener menos agua
almacenada, las personas no pueden lavarse las manos adecuadamente,
cocinar de manera segura ni desinfectar el baño, lo que favorece la
transmisión por vía fecal-oral.
No sería el agua
Expertos
advirtieron que la transmisión de la salmonella se relaciona con los
alimentos y no con el agua corriente, de acuerdo con las investigaciones
de años anteriores.
La salmonella paratyphi B comenzó a circular en
la provincia a fines de noviembre de 2017. El ciclo de la bacteria
comienza a mediados de septiembre y se prolonga hasta fines de febrero.
Durante el resto del año hay casos aislados y esporádicos.
Consejos para evitar contagios
Para evitar el contagio de salmonella, desde el Ministerio de Salud Pública brindaron consejos vinculados, sobre todo, con la conservación y manipulación de alimentos.
Pidieron conservar carnes, pescados y productos de repostería refrigerados o congelados.
Descongelar
carnes y pescados en recipientes cerrados dentro de la heladera y no a
temperatura ambiente. Toda preparación que lleve carne, sobre todo de
ave, debe estar bien cocida. Evitar consumirla si presenta jugos rojos.
Los mariscos comprados vivos deben ser bien cocinados.
Recomendaron
que las carnes crudas no entren en contacto con otros alimentos que se
vayan a consumir sin ser cocidos. Los recipientes y utensilios que se
utilicen en su preparación deben ser lavados minuciosamente.
No
conviene consumir alimentos elaborados que, precisando de refrigeración,
estén expuestos a la venta a temperatura ambiente ya que es posible que
se haya cortado la cadena de frío.
Evitar comer huevos crudos o
que no estén bien cocidos. Los huevos deben ser frescos y tener la
cáscara limpia; desechar los que están rotos. No conviene lavarlos, ya
que la humedad favorece la entrada de la bacteria.
No partir los
huevos en el borde del recipiente donde se los va a batir. Si se va a
separar la clara, mejor hacerlo sin usar la cáscara.
Las mayonesas y las salsas caseras deben consumirse de inmediato y no conservar los sobrantes.
Las verduras y frutas deben ser bien lavadas con agua segura. Cuando el agua no es segura, hay que potabilizarla mediante hervor y enfriarla. Conservarla en un recipiente limpio y hermético.
Utilizar recipientes herméticos para conservar comida en la heladera y no guardarla a temperatura ambiente.
Mantener limpios los recipientes, utensilios y superficies donde se prepara la comida.
Lavarse
las manos con agua y jabón antes de preparar alimentos y antes de
comer, sobre todo luego de haber tocado perros, gatos u otros animales.
Ayudar
a ancianos, niños pequeños y personas con discapacidad en su correcta
higiene personal, sobre todo ante procesos diarreicos.
Para las fiestas
De cara a los festejos de fin de año, recordaron que la mezcla de comidas y bebidas no frecuentes en la alimentación diaria y el consumo en exceso pueden llevar a tener infecciones del tracto gastrointestinal.
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