viernes, marzo 29

Alertan por posibles desabastecimientos ante la prórroga del Gobierno en el congelamiento de precios

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El régimen de precios máximos se mantendrá hasta el 31 de marzo, pese a la resistencia de las empresas y en medio de la aceleración de la inflación. A pesar de la caducidad que afrontaba el régimen de Precios Máximos, vigente hasta el 31 de enero, el Gobierno Nacional publicará en las próximas horas una resolución en la que establecerá la prórroga que extenderá por otros sesenta días el congelamiento de precios en la Argentina.

En una primera instancia, de acuerdo a lo que se estimaba por parte del Ministerio de Desarrollo Productivo y la Secretaría de Comercio, la renovación del plan que alcanza a unos 23.000 productos no superaría el mes. Sin embargo, desde la cartera que conduce Matías Kulfas, decidieron que la extensión tendrá como fecha límite el próximo 31 de marzo, según confirmaron fuentes oficiales a La Nación.

La medida se enmarca en medio de la aceleración de la inflación que continúa registrándose desde el mes de diciembre, cuando alcanzó un valor cercano a los cuatro puntos porcentuales. Los especialistas privados afirmaron que en enero se mantuvieron los mismos niveles elevados.

Al mismo tiempo, la prórroga en el congelamiento de precios genera rechazo en el sector empresarial que alerta por su rentabilidad (ante la suba de sus costos) y por posibles desabastecimientos. En ese sentido, fue el mismo presidente de la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA), Víctor Palpacelli, quien advirtió sobre el faltante de productos y consideró que frente a “un escenario inflacionario es muy difícil mantener por tiempos prolongados el congelamiento de precios”.

En declaraciones radiales, el dirigente se refirió a la ausencia de algunos artículos: “Hemos perdido el surtido de aceites, mayonesas, enlatados y vemos algún faltante en galletas de empresas líderes, que producen al 20 o 30 por ciento de su capacidad“.

Respecto de los motivos de esos faltantes, indicó que “hay diversos problemas” y analizó: “Uno de ellos es que sabemos que el industrial, cuando los costos suben, no va a vender a precios congelados. En algunos casos prefiere entregar menos de lo solicitado y no vender el 100 por ciento a un precio que no le conviene“.

“Hay algunos problemas que se agravan porque en las etapas de fabricación hay producciones recortadas por medidas preventivas”, puntualizó, según consigna El Tribuno.