viernes, octubre 4

Alertan sobre desabastecimiento en los supermercados por la disparada del dólar

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Nacionales

Desde el sector aseguran que ya hay faltantes de productos primarios como aceite y arroz.

La combinación de precios congelados y brecha en ascenso entre el tipo de cambio oficial y las cotizaciones libres se traducirá en faltantes de productos y desabastecimiento en las góndolas. Al menos esa es la lectura que hacen los empresarios del sector, que ya alertan que en las últimas semanas se empezó a registrar un proceso paulatino de problemas en la entrega de mercadería por parte de la industria, que a su vez sufre el impacto del congelamiento en sus precios de venta pero no de todos sus costos.

Las empresas de alimentos son las últimas a las que se les impide el acceso al dólar oficial para importar, lo que explica que, a diferencia de lo que sucede en otros rubros de la economía, la disparada del blue no tenga un efecto inmediato en las góndolas.

“El mercado está medio revuelto. Hay empresas que cumplen con los aumentos que autorizó la Secretaría de Comercio, pero en otros rubros te piden aumentos mucho mayores y, si no se convalidan, limitan las entregas. En aceites hay faltantes y el surtido cayó mucho. Y en arroz todas las empresas están pidiendo subas de entre 15 y 25 puntos”, señaló Víctor Palpacelli, presidente de la Federación Argentina de Supermercados, que reúne a las cadenas de capitales argentino a La Nación.

El aceite, el arroz y el resto de los productos que se venden en los supermercados forman parte del programa Precios Máximos, que lanzó el gobierno nacional al inicio de la cuarentena. El plan obligó a todas las empresas fabricantes y a los supermercados a retrotraer sus precios al 6 de marzo y desde entonces solo se autorizaron dos subas que -en promedio- rondan el 10% acumulado. Las empresas fabricantes se quejan de que en el mismo plazo la inflación acumulada llegó al doble, mientras que la devaluación del dólar oficial se ubicó en 28,9 por ciento.

“Los proveedores te quieren meter aumentos vía la quita de bonificaciones y nos pasa en todos los rubros, desde el aceite hasta el vino o las cervezas. En otros casos, como con los lácteos, las empresas fabricantes inventaron un cargo nuevo como ‘costo logístico’. El problema es que los grandes supermercados se pueden plantar y negarse a convalidar las subas, pero a los más chicos no nos queda otra que aceptarlas, si no no nos entregan, y así se termina aumentando la brecha de precios entre las grandes cadenas y los comercios más chicos. Al final, un gobierno que se presenta como propyme está impulsando una concentración del mercado”, asegura el dueño de un supermercado del interior del país.

No obstante, reconocen que la culpa no es de las empresas fabricantes sino de la espiral inflacionaria en la que se encuentra el país y la situación apremiante del dólar.