jueves, marzo 28

Algunas fobias relacionadas al sexo

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Qué sucede en la mente de los que sufren estos miedos

La sexualidad es una de parte fundamental de la naturaleza humana y es también una fuente de gran placer…aunque no para todos. El temor a las experiencias sexuales puede darse cuando se padece alguna disfunción sexual como anorgasmia, vaginismo, dificultad para alcanzar una erección, etc.

Existe también un miedo irracional a lo relacionado con el sexo que puede tener otras causas y es un impedimento para gozar de una sexualidad plena. Existen dos modalidades de fobia sexual:

– Focalizada: cuando se concentra en algo específico como el sexo oral, los genitales, las secreciones, etc.

– General: cuando se desprecia todo lo relacionado con el sexo al grado de que las imágenes o películas con contenido erótico también les causan un profundo malestar.

La fobia puede presentarse desde edades tempranas (debido a una educación sexual no clara, o a ideas preconcebidas negativas) o después de un evento específico (una mala experiencia, una violación, un problema hormonal o cualquier situación sexual que genere mucho estrés). Existen los que logran superar la ansiedad y alcanzan una relajación suficiente para incluso disfrutar la relación pero otros no y hasta somatizan llegando a experimentar dolores físicos intensos, nauseas y vómitos.

Existen más de 400 fobias sexuales. La mayoría de las veces surgen después de una experiencia traumática, pero pueden deberse también a: poca o nula educación sexual, baja autoestima, ideas religiosas ortodoxas, expectativas sobre el sexo muy altas y alejadas de la realidad.

Las personas pueden buscar la forma de evitar enfrentarse a una situación en la que su miedo se vea expuesto. Muchas veces lo logran y pueden engañar a sus parejas por años alcanzando así una vida más o menos normal, sin embargo, muchas veces su calidad de vida se ve afectada.

Algunas de las fobias sexuales más comunes son:

– Erotofobia, miedo a todo lo relacionado con el sexo: no soportan siquiera tener conversaciones sobre temas sexuales, incluso pueden llegar a desmayarse viendo una película pornográfica. La adopción de ideas negativas sobre el sexo durante la niñez está detrás de muchos de los casos.

– Dishabiliofobia, miedo a desnudarse frente a otro: generalmente los que lo padecen tienen problemas con aceptar su propio cuerpo, sobrepeso o alguna deformación física.

– Afenfosfobia, miedo a ser tocado: el contacto físico les provoca angustia, no se sienten cómodos abrazando a alguien y protegen de forma exagerada su espacio. En la mayoría de las veces, fueron niños que no recibieron muestras físicas de afecto por parte de sus padres o que vivieron algún tipo de abuso.

Fuente: Silvia Olmedo