Que los autos modernos tienen cámaras traseras para ayudar en las maniobras no es novedad. Pero el sistema híbrido que presentó la marca inglesa es diferente. Usa un espejo retrovisor convencional, que tiene tres pantallas: cada una de ellas muestra lo que registran dos cámaras exteriores, montadas sobre los espejitos laterales, y en el centro la cámara trasera, que va en el techo del auto.
En caso de que los espejos laterales cambien de posición (porque está manejando otra persona, por ejemplo) las cámaras ajustan su posición para seguir mostrando esa parte de la calle que el espejo convencional no toma.
Si por alguna razón las cámaras dejan de funcionar, o se ensucian, la pantalla ( que Aston Martin y Gentex llaman Full Display Mirror) puede usarse como un espejo retrovisor convencional.