Batakis, la triple huérfana

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Nota extraída de Cadena 3 por Adián Simioni

Pobre Silvina Batakis. La ministra de Economía se reunió con el FMI y fondos de inversión de Wall Street para jurar que, con ella, Argentina hará los deberes que Cristina Fernández le impidió completar a Martín Guzmán. Está difícil convencer a gente que hace décadas es testigo de los incumplimientos seriales de los gobiernos argentinos. Pero para Batakis debe haber sido casi imposible.

La ministra juró en esas reuniones que ella sí recortará el gasto público para que no haya que emitir y baje la inflación. Pero justo a esa hora el presidente que la puso en el cargo anunciaba un bono adicional para piqueteros que costará 14 mil millones de pesos más y que, por supuesto se pagará con más emisión.

Batakis les aseguró a sus interlocutores que tiene el apoyo total de Cristina Fernández, algo considerado clave dada la experiencia de Guzmán. Pero la vicepresidenta juega al lobo feroz. Manda a decir que se está lavando los dientes, poniendo los pantalones y atando los cordones, pero hasta ahora no salió a decir que la respalda. Cristina Fernández no quiere ser la madre del ajuste que se viene si es que el gobierno quiere evitar un estallido.

Alberto Fernández y Silvina Batakis.

Batakis también les garantizó a todos que su plan es el que está vigente y que ella es la que está al mando. Al fin y al cabo, para eso viajó. Pero en Buenos Aires Sergio Massa y sus usinas no dejan de difundir la idea de que en cualquier momento él copa el gobierno desde la Jefatura de Gabinete o desde un súperministerio que, por supuesto, incluiría la cartera de Economía, borrando a Batakis del mapa o pasándola a una segunda línea en el mejor de los casos.

La alianza de gobierno tiene tres progenitores: Alberto, Cristina y Sergio. Y los tres, a su modo, dejan huérfana a Batakis.