“Amantes de la libertad y del bien, somos mayoría. No podemos cometer errores. Sin norte ni mando, hasta la mejor tropa dispara para todas partes, inclusive contra los amigos. No den munición al canalla, que momentáneamente está libre, pero cargado de culpa”, tuiteó el mandatario ultraderechista.
La Corte Suprema posibilitó este viernes la liberación de Lula de la cárcel de Curitiba (sur), donde purgaba desde abril de 2018 una pena de 8 años y 10 meses de reclusión por corrupción pasiva y lavado de dinero. Sin embargo, Bolsonaro (conocido por ser adepto a las redes sociales) había mantenido silencio sobre el tema y se había limitado a mostrar realizaciones de su gobierno, dejando en manos de sus hijos la tarea de descargar su indignación.
Con un ajustado resultado de 6 votos a 5, el máximo tribunal concluyó el jueves un complejo juicio y alteró una jurisprudencia de 2016 -que permitía el ingreso a la cárcel de un condenado en segunda instancia- al determinar que una pena de prisión solo podrá ejecutarse cuando acabe todo el proceso de apelaciones.
Tras conocer el dictamen de la corte, que podría beneficiar a unos 5.000 presos, los abogados de Lula (2003-2010) solicitaron su inmediata excarcelación y el expresidente, de 74 años, finalmente dejó la cárcel entre gran expectación mediática.
Apenas salió de la cárcel, Lula anunció que recorrería Brasil y que se empeñaría en “demostrar que este país puede ser mucho mejor si tuviera un presidente que no mienta tanto en Twitter como Bolsonaro”.