Comenzó a mantener encuentros con algunas de las grandes alimenticias, para finalmente poder llegar a ciertos acuerdos. No está en juego la continuidad de la medida oficial.

Consciente de que el camino elegido para imponer el congelamiento de precios de más de 1400 productos no estaba mostrando su mejor cara, el Gobierno comenzó ahora a mantener encuentros particulares con diferentes empresas, de modo de intentar llegar a un acuerdo, algo que no había logrado en el inicio de las negociaciones.

Estas mismas reuniones habían sido reclamadas por las propias compañías en la primera, y única, semana de negociaciones, pero el Gobierno mostró siempre la necesidad de llegar a un acuerdo lo antes posible.

Y como nunca se alcanzó ese punto intermedio, se decidió de todos modos sacar el decreto que congela por precios de una nutrida canasta por 90 días.

Ahora, ante el argumento de que «antes no hubo tiempo», el Gobierno opta por darle lugar a esas reuniones mano a mano.

Quienes dieron el puntapié inicial en este sentido fueron las alimenticias Arcor y Molinos, en tanto que durante esta semana será el turno de otras de las principales firmas del país, que pasarán por las oficinas del secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti.

«Lo que se busca es llegar al consenso que no se logró antes de que se firmara el decreto. Los tiempos del Gobierno era muy cortos. Había un apuro notorio por anunciar la resolución, pese a que advertimos que era necesario que cada empresa detallara sus problemáticas. No se hizo en ese entonces, y se hará ahora», dijo a El Cronista el directivo de una alimenticia.

En esta primera etapa de reuniones, el objetivo del Gobierno será reencausar el diálogo con las compañías. Se trazarán los nuevos lineamientos a grandes rasgos, pero el eje estará puesto en mostrar la predisposición al diálogo.

Lo que sí queda claro es que el hecho de que ocurran estos encuentros nada tiene que ver con una vuelta atrás respecto del congelamiento de precios.

Sí, en cambio, se revisarán tanto los listados como los precios de los productos allí incluidos, ya que algunos de ellos serán modificados.

Esto tiene que ver con que, si bien el decreto indicaba que los precios se debían retrotraer al 1° de octubre pasado, varios de los valores impuestos por Comercio Interior, no eran los que regían a ese momento.

Ahora, los supermercados arrancarían el proceso de reencuadrar esos precios en sus góndolas, parte de este proceso de «normalización» del intento de acuerdo de precios.