La columna en cuestión es la titulada “Seis meses de oscuridad en la diplomacia argentina”.
Tras el inesperado pedido del vocero de Cancillería, la dirección periodística le manifestó al funcionario que nuestro medio tiene una política interna que solo permite cambios en artículos publicados cuando se verifiquen errores o información errada. Como el contenido en cuestión no cumplía ninguna de estas dos condiciones, se le aclaró al funcionario que el artículo se mantendría publicado. Al mismo tiempo, se le explicó que dejábamos a disposición este medio para que Cancillería realizara las aclaraciones o comentarios que considerara pertinentes.Pocas horas después, el funcionario de Cancillería compartió en su cuenta oficial de Twitter un llamativo intento de difamación contra este sitio.
El tuit que Sabanés replicó era un mensaje del periodista de La Nación Gabriel Sued, quien ha cubierto temas vinculados a Cancillería en los últimos meses, y que fue enviado, llamativamente, minutos después de la negación de este medio a borrar el artículo de Alan Abud analizando la gestión de Felipe Solá.
Lo curioso es que la columna a la que alude Sued -donde el politólogo explica el crecimiento de La Cámpora en áreas del Gobierno- replicada en Nexofin aclaraba desde el principio que la misma había sido publicada originalmente en La Nación, e incluía el nombre del autor junto a una breve descripción del periodista explicando en qué medio se desempeña.
Suman más curiosidad los comentarios de Sued ya que la mayoría de los periodistas, analistas, políticos, economistas y referentes sociales que son replicados como columnistas de opinión en Nexofin, suelen escribirnos agradeciendo la difusión de sus notas y reposteando las mismas en sus redes personales.
Pasada la sorpresa inicial y analizando con mayor detención el mensaje, pudimos verificar que una de las pocas personas que había replicado ese mensaje de Sued era el funcionario de Cancillería que horas antes nos había pedido eliminar un contenido crítico.
El respeto a la libertad de expresión y los derechos de autor, como también la transparencia, son postulados básicos en el accionar de Nexofin. Por eso esperamos que este episodio sea un hecho aislado, responsabilidad de un funcionario, y no una política de Estado a futuro.