Cifras que preocupan:en los últimos 7años,el salario real en dólares cayó 86%

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Mientras en Argentina el salario de una persona adinerada promedia los 487 dólares, en Uruguay se cuadriplica el valor.

La pérdida del poder adquisitivo en Argentina constituye uno de los principales temas de agenda de todos los gobiernos que hasta el día de hoy, y desde ya hace un tiempo, continúan sin lograr resolver la encrucijada. Como si fuera poco, la reciente publicación de un informe de la consultora Focus Market dejó entrever las dificultades que atraviesan los argentinos en materia de sueldos no sólo en comparación con otros países, sino también hacia el interior de los vaivenes de la economía nacional.

En ese sentido, a través de un análisis de la Distribución del Ingreso en la Argentina que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), se arribó a la conclusión de que los argentinos más ricos del país tienen ingresos promedio por US$487. En comparación, en el año 2015 el decil más acaudalado cobraba $44.160, lo que significaban en ese entonces unos US$3083, una cuestión que expone al día de hoy un derrumbe cercano al 86% del salario real en dólares.

Si estas cifras se ponen en relación con los territorios limítrofes, la preocupación abunda. Mientras que para los chilenos la cifra es de US$865, para los brasileros ronda los US$1181. Uruguay es el que mejor se posiciona, con ingresos de US$2228.

“Cuando los policymakers indiquen que hay una mejora de la serie, siempre hace falta repensarlo en términos reales y no morir de nominalidad mientras se analiza en pesos corrientes, ya que se puede estar perdiendo el dato clave en esta comparativa: la pérdida de poder adquisitivo de más de un 80% en cada decil”, remarcó el informe.

En el otro extremo, si se mide al decil menos favorecido de la población, en el cuarto trimestre del año pasado alcanzó los $5953, cuando la inflación para este año se proyecta cerca del 60%. Es decir, son ingresos en dólares por US$29,49 mensuales. En cambio, a finales de 2015 los ingresos promedio alcanzaban los $3004, y la inflación era del 20%. En dólares, considerando que en ese entonces valía $14,85, representaban US$209,78.

Para Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, la Argentina está teniendo “varios inconvenientes”. Desde el punto de vista macroeconómico, los desequilibrios fiscales y monetarios hicieron que en los últimos años la pérdida del valor del peso “destruya” el ingreso de los argentinos.

“Por otra parte, la contracara en la microeconomía es una economía que no crece en términos reales en los últimos años, por lo cual no se puede distribuir aquello que no se produce. El Estado insiste en tomar renta del sector privado para distribuir a los sectores socioeconómicos bajos, generando aún más desincentivos hacia la inversión privada. Un círculo vicioso que lleva hace una década y cada vez con mayor deterioro”, agregó.

Al mismo tiempo, Di Pace señaló que “la Argentina no tiene solo un inconveniente de ingresos en su población, sino un problema con los fundamentos básicos de incentivos a la generación de riqueza para incrementar el nivel de ingresos de su población. Se intenta distribuir aquello que no se generó, por lo cual agrava cada vez más las bases para la mayor producción de bienes y servicios. Hay un concepto errado en que el crecimiento lo determina el consumo a esta altura.

Y añadió: “El crecimiento lo determina la inversión privada, quien genera los ingresos de la población para favorecer un mayor nivel de ahorro presente y consumo futuro. El resto es intento de adelantar consumos sin los recursos privados reales para hacerlo”. Temas relacionados:Economía