Cinco hábitos para prevenir la incontinencia urinaria

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¿Te pasó que cuando te reís mucho o cuando cargás algo pesado sentís que algunas gotitas de pis se te salen? Puede tratarse de incontinencia urinaria, que tiene tres tipos diferentes:

Incontinencia por rebosamiento: la cual ocurre cuando queda una cierta cantidad de orina en la vejiga y ésta rebasa la capacidad de líquido, por lo cual comienza a salir en forma de goteo.

Incontinencia imperiosa: ocurre más frecuentemente en niños, ya que sucede cuando existe una necesidad urgente de orinar, por lo cual la vejiga se contrae dejando escapar la orina.

Incontinencia de esfuerzo: se trata de una condición que se sufre al momento de realizar alguna actividad como toser, estornudar, reír o hacer ejercicio, y debido a que ponemos cierta presión en nuestra vejiga, ésta expulsa alguna cantidad de orina.

Existen varios factores y enfermedades que facilitan el desarrollo de una incontinencia urinaria, la cual no tiene edad, porque, aunque se piense que es algo que ocurre a mujeres de una edad avanzada, en realidad puede ocurrirle a cualquiera, sin embargo, factores como el embarazo o la obesidad pueden favorecer su aparición.

¿Es un padecimiento curable?

Aunque no se ha comprobado medicamento que existan estragos en nuestra salud física por la incontinencia, la verdad es que sí afecta nuestra autoestima y puede tener consecuencias como la depresión o el aislamiento social.

Lo mejor que podemos hacer es que en el momento en que se convierta en un problema, es acudir de inmediato con un especialista que nos ayude con algún tratamiento que, dependiendo de la gravedad del caso, pueden ser: entrenamiento de vejiga, entrenamiento de los músculos del piso pélvico y cirugía, en el peor y más grave de los casos.

Cinco hábitos que nos salvarán de padecer incontinencia urinaria

En caso de no querer llegar tan lejos como para necesitar una cirugía, lo más recomendable es tener un cierto tipo de hábitos urinarios, que nos ayudan a prevenir este tipo de enfermedades.

– Oriná cada 2 o 3 horas, aunque no tengas la sensación, es necesario vaciar nuestra vejiga.

– Distribuir la toma de agua a lo largo del día, es decir, no tomes 2 litros de una.

– No te aguantes, porque así poco a poco tu esfínter se debilitará.

– Cuidá tu peso, ya que mientras menor peso exista en nuestra vejiga, menos probabilidades habrá de desarrollar la incontinencia.

– Ejercicios de piso pélvico todos los días, aunque no sea muy común, se trata de un hábito importante para prevenir esta enfermedad, existen diversas variantes de este ejercicio, por lo que podés elegir la que más se acomode a tus necesidades.

Fuente: Salud 180