lunes, noviembre 11

Clientelismo político: el plan del kirchnerismo para copar el Estado con militantes antes del 10 de diciembre

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A pesar del decreto que prohibe la contratación de nuevos empleados en la Administración Pública Nacional, el oficialismo continúa llenando organismos gubernamentales con adeptos, y creando organismos y políticas públicas insólitos.

Pese a que el oficialismo sigue en la carrera para imponerse en las elecciones generales, los resultados de las PASO evidenciaron que hay chances reales y concretas de que se produzca una alternancia en el Ejecutivo a partir del 10 de diciembre.

Incluso a pesar de una prohibición que rige por decreto, particularmente después del acuerdo con el FMI, los kirchneristas iniciaron un plan para profundizar su expansión en el Estado. Día a día, se designan nuevos empleados en puestos claves, y miles de trabajadores públicos son pasados a planta permanente.

Los caminos para esquivar las trabas son muy originales: se crean nuevos e insólitos organismos, con objetivos poco claros, en un contexto de un galopante déficit y crisis económica. Es un intento de Unión por la Patria de mantenerse aferrado al poder.

La ex ministra de Economía, Silvina Batakis, había prometido suspender las contrataciones del Estado entre julio del 2022 y diciembre del 2023. Incluso pareció cumplir con su palabra, tras la difusión del Boletín Oficial 426/2022, reglamentado para achicar el gasto público.

Luego de su renuncia, a los 25 días de asumir, fue la primera en incumplir esta norma, cuando Alberto Fernández la designó presidente del Banco Nación, un puesto ocupado hasta ese momento por Eduardo Hecker.

Tras la asunción de Sergio Massa en la cartera, el 2 de noviembre del 2022, se emitió la Decisión Administrativa 1086/2022, firmada por el entonces Jefe de Gabinete, Juan Manzur, y también por Massa, mediante la cual se “autorizaba el pase a planta permanente de 11.172 empleados públicos”. Estos puestos no sólo correspondían a Economía, sino que garantizaron estabilidad laboral para militantes K en Desarrollo Social, Salud, Ciencia, Justicia, Derechos Humanos, la Procuración General del Tesoro, Interior, el INADI, la Cancillería, y otros organismos similares.

La Decisión también impactó en otros órganos del Estado, como el Instituto de Ayuda Financiera para el pago de Retiro y Pensiones Militares, la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria, y el Instituto Nacional de Rehabilitacón Psicofísica del Sur “Dr Juan Otimio Otesone”. La AFIP designó a cerca de 2.100 empleados nuevos, muchos de ellos con extensa militancia política.

Pese a los pedidos de informes hechos por diputados de la oposición, como María Eugenia VidalCristian Ritondoel kirchnerismo continuó con las designaciones. En julio, la Presidencia había difundido otro Decreto para permitir a la actual jefa de la AFI, Ana Clara Alberdi, reorganizar la planta de espías, pasando a planta permanente a una gran cantidad de militantes, que ganarían estabilidad en un organismo crucial.

Tras las PASO, se agravaron los temores de UxP de volver nuevamente al llano, perdiendo presupuesto estatal y capacidad de decisión. Por ello, no sólo se magnificaron los nombramientos en entidades existentes, sino que se crearon nuevos organismos y políticas públicas que claramente no son esenciales en un contexto de crisis económica.

Por ejemplo, el 28 de agosto, el Instituto Nacional de la Música (INAMU), publicó en el Boletín Oficial la Resolución 349/2023, que aprobó el llamado “Fomento de los Sellos Nacionales”, descripto como: “Una línea de fomento que permita el desarrollo de diversos actores de la actividad musical vinculados a la producción, publicación y promoción de fonogramas”. De esta manera, los integrantes del Consejo seleccionarán qué sellos discográficos merecen un subsidio de medio millón de pesos por su calidad en la producción musical.

Algo similar sucedió en la órbita del Ministerio de Salud: esta cartera recientemente publicó la Resolución 1927/2023, que creó el “Observatorio Federal de Talento Humano en Salud (OFETHUS)”. Se trata de una más de las múltiples designaciones que se hacen día a día, y que agrandan cada vez más a un Estado que, a todas luces, no debe seguir creciendo.