jueves, marzo 28

Cómo actúan las hormonas del estrés

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Qué efectos tienen y cómo mitigarlos

Las hormonas del estrés son fundamentales para sobrellevar y responder ante las situaciones de tensión. Pero cuando los niveles se disparan, pueden impactar negativamente en la salud.

El problema es que tendemos a vivir en situaciones de estrés crónico. No es que puntualmente tengamos que hacer frente a una amenaza de cualquier tipo; es que la situación se prolonga y las hormonas del estrés tienden a estar permanentemente elevadas. Resulta importante saber cuáles son las principales y qué podemos hacer para mitigar ese efecto.

La adrenalina

Ante una situación anómala y estresante, el organismo aumenta el nivel de adrenalina, que a su vez eleva la frecuencia cardíaca, la presión sanguínea y la energía. Este mecanismo existe para ayudarnos a escapar de una situación peligrosa. Es la responsable de las reacciones inmediatas ante una amenaza, conocida como “descarga de adrenalina”. La hormona se produce en las glándulas suprarrenales cuando el cerebro envía el mensaje de que estamos frente a una situación estresante.

El cortisol

Es una hormona esteroidea y se libera para permitir al cuerpo concentrarse en la situación en cuestión. Lo logra incrementando el nivel de azúcar en el torrente sanguíneo y deteniendo los procesos que no son inmediatamente necesarios, como los que afectan al sistema digestivo, al sistema reproductivo y al crecimiento. También se produce en las glándulas suprarrenales, pero es de efecto más retardado que la adrenalina.

Estar sometido constantemente a estrés tiene riesgos, como enfermedades cardíacas, insomnio, problemas digestivos, depresión, ansiedad, hipertensión, elevación de la glucosa en sangre, pérdida de la libido, trastornos intestinales (como el síndrome de intestino irritable), pérdida de memoria y ganancia de peso.

Hay varias maneras de reducir los niveles de ambas hormonas:

Para mitigar los efectos de la descarga de adrenalina:

– Hacé ejercicios de respiración profunda

– Probá con la meditación

– Tratá de concentrarte en buenos y placenteros recuerdos

– Practicá la relajación muscular: contraé y relajá alternativamente los diferentes grupos de músculos del cuerpo.

Para reducir los niveles de cortisol:

– Hacé ejercicio (pero no demasiado intenso). Durante el mismo el nivel de cortisol aumenta, pero se trata de una reacción temporal y sus efectos a medio plazo resultan beneficiosos para combatir el estrés. El ideal debe ser moderado y regular.

– Dormí lo suficiente. La privación del sueño produce altos niveles de cortisol en la sangre, de modo que debés tener un sueño de calidad. Evitá la cafeína y el alcohol y suprimí cualquier fuente de luz en tu cuarto (incluyendo el celular) durante la noche.

– Entretenete, pasalo bien. Hay varios estudios que asocian la risa a la reducción de los niveles de cortisol, de modo que divertite lo que puedas con tu familia y amigos.

– Estudios prueban que la compañía de un animal, como un perro, reduce los niveles.

– Comé sano. Seguí una dieta saludable y equilibrada. Bajá tu ingesta de azúcar (que incrementa el cortisol) y comé ciertos platos particularmente buenos para mantener estables los niveles, como yogur, chocolate negro y banana.

Fuente: Netdoctor