martes, abril 23

Cómo cuidar la salud del corazón para tener una mejor calidad de vida

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Cómo cuidar la salud del corazón para tener una mejor calidad de vida

La salud cardiovascular es una de las principales maneras de proteger el cuerpo de patologías severas que afectan en gran medida el estado general

Cuidar la salud del corazón es una de las principales formas de proteger el funcionamiento del organismo y garantizar una buena calidad de vida. Prevenir las enfermedades del corazón puede repercutir de manera positiva, tanto en el corto como en el largo plazo.

Es importante destacar que «este tipo de enfermedades como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular son desafortunadamente, la primera causa de muerte por enfermedades no transmisibles del mundo, dado que se cobran 17,1 millones de vidas al año», afirma la Dra. Romina Galetto, especialista del staff de Medicus.

Los síntomas de este tipo de patologías pueden tener diversos orígenes, es decir, que se presentan en distintas zonas del cuerpo.

Las manifestaciones de origen cardíaco son un dolor opresivo con irradiación a hombro, y al brazo izquierdo o mandíbula; también pueden acompañarse de falta de aire, sudoración, mareos, náuseas y vómitos.

Por otro lado, es probable que el paciente tenga síntomas en el tracto digestivo. La acidez, el dolor torácico con irradiación al abdomen, las náuseas y los vómitos, son algunos de los más comunes.

Por su parte, «las manifestaciones de origen pulmonar y pleural suelen provocar un dolor tipo puntada que varía con la respiración», asegura la especialista.

También es posible que la persona tenga síntomas originados en huesos, cartílagos o músculos; en este caso se trata de un dolor que varía con la respiración y el movimiento y se exacerba con la tos.

Por último, hay síntomas que son de origen psicológico, como el dolor opresivo asociado a angustia y aumento de la frecuencia respiratoria.

De este grupo la patología más frecuente y difundida es el infarto de miocardio, que se puede definir como la muerte de las células del corazón que se da como consecuencia de la repentina obstrucción de una de las arterias que lo nutren con sangre.

En general, esta obstrucción es producto de un coágulo que se ha formado al romperse una placa de colesterol en la pared de una arteria coronaria. Cuando esto sucede alguna de las paredes del corazón queda sin irrigación y deja de moverse, lo cual puede desencadenar diversas complicaciones: insuficiencia cardíaca, arritmias graves, ruptura cardíaca, daño de alguna de las válvulas del corazón.

Hay personas que están más expuestas a padecer esta enfermedad, precisamente porque reúnen una serie de factores de riesgo que hacen que las probabilidades aumenten. «La edad -hombres mayores de 45 años y mujeres mayores de 55-, el tabaquismo, la hipertensión arterial y la diabetes son algunos de los más importantes y difundidos», enfatiza la profesional de Medicus. Por su parte, también los antecedentes familiares, el colesterol elevado, la obesidad y el sedentarismo, juegan este papel en el cuerpo. Es importante tener en cuenta que el estrés emocional, el frío y el ejercicio en exceso pueden configurarse como factores de riesgo en algunos casos.

La detección temprana es una de las principales formas de controlar los daños que una enfermedad de estas características puede provocar en el cuerpo. Para hacer el diagnóstico adecuado hay una serie de exámenes que un médico puede indicar. El electrocardiograma, el análisis de enzimas cardíacas y marcadores bioquímicos, la radiografía de tórax, el ecocardiograma y el doppler cardíaco son los más utilizados. A partir de los resultados, el experto podrá determinar la gravedad del cuadro del paciente y, así, indicar el tratamiento adecuado.

Es importante aclarar que «dentro de las primeras medidas terapéuticas, se encuentra el suministro de aspirina (entre 160 y 500 mg)», aclara la Dra. Galetto. Luego, se inician los tratamientos de reperfusión, que incluyen el suministro de fármacos trombolíticos, que se administran por vía intravenosa y disuelven el trombo o coágulo que obstruye la arteria coronaria.

A su vez, se realiza una angioplastia, es decir, una introducción de un catéter con balón para eliminar la obstrucción en la arteria coronaria. En la mayoría de los casos, luego se coloca un stent para mantener a la arteria en esa posición y garantizar que esa zona no vuelva a cerrarse.

Además, cabe destacar que, en la mayoría de los casos, «el tratamiento continúa después con una serie de fármacos, como antiagregantes y anticoagulantes, entre otros, para prevenir que el paciente vuelva a tener un episodio de estas características», aclara la especialista.

f:IProfesional