viernes, marzo 29

Cómo eliminar los virus y bacterias de tu ropa al lavarla

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Consejos para que tus prendas queden libres de gérmenes

Cuando necesitás limpiar y desinfectar textiles – ya sea contra el moho, hongos, virus o bacterias, o por haber sufrido una enfermedad reciente -, es importante saber si tu rutina de lavado es realmente eficaz.

Si no estás usando los métodos correctos para eliminar gérmenes, tu ropa podría estar infectada después de haberla lavado: el lavarropas puede ayudar inadvertidamente a la propagación de bacterias de un artículo a otro, ya que los gérmenes pueden permanecer en él después de haberse lavado la ropa sucia. Los virus como el coronavirus aún se están investigando para saber cómo se transmiten, por lo que se recomienda tomar precauciones al lavar la ropa.

Mientras podés adoptar precauciones como lavar la ropa siguiendo tu rutina habitual de lavado, separándola de los artículos de alto riesgo que deberán lavarse por separado.

En una carga de ropa normal (sin prendas de alto riesgo), la mayoría de los gérmenes nocivos mueren con las altas temperaturas del ciclo de secado de ropa. Para eliminar bacterias o virus que se encuentren en la ropa, de ser posible, se recomienda lavarla a una temperatura por encima de los 60°C, para una limpieza profunda. Para ello, verificar la etiqueta para saber si es apta para ser lavada a altas temperaturas. Separá la blanca de la ropa de color, antes de ponerla a lavar.

En el caso de las prendas cotidianas, un lavado normal con detergente regular es efectivo para matar las bacterias. La ropa o las telas de alto riesgo (potencialmente expuesta a gérmenes) deben lavarse a un mínimo de 60 grados, agregándole al lavado un producto que contenga sanitizante o blanqueador, para una desinfección adicional.

-Un buen jabón suele ser el mejor desinfectante para la ropa. Juntos, el agua caliente y el jabón para lavar la ropa son una excelente manera de combatir las bacterias persistentes.

– Revisá las etiquetas antes de lavar para elegir el mejor método. Lavar un sweater de lana a 80 grados hará que se encoja, y otras telas pueden derretirse.

– Si lavás a mano, podés usar un jabón con propiedades antibacteriales para obtener el mejor lavado posible.

– El uso de agua caliente (de 40 grados en adelante) hará que muchos jabones sean más efectivos para remover los aceites y la suciedad que albergan bacterias.

Las prendas de alto riesgo son las que entraron en contacto con alguien que tiene el virus – especialmente una persona con quien vivís – o cualquier cosa que esté sucia. Estas deben ser lavadas separadamente de la ropa que usás a diario, a una temperatura más alta (por lo menos 60 grados), con jabón de lavar ropa y algún producto con sanitizante o blanqueador. Revisá siempre la etiqueta y los productos a usar.

Los artículos de alto riesgo son: toallas y sábanas, uniformes médicos, opa deportiva (si la usaste para hacer ejercicio fuera de tu casa, rodeado de más gente) y cualquier ropa de alguien que esté enfermo.
Para las toallas y sábanas, más propensas a acumular bacterias, en general, elegí el ciclo de lavado más largo con agua caliente (60-90 grados) y enjuague adicional.

En caso de que haya alguien enfermo en casa, es importante lavarse las manos después de haber manipulado la ropa que será lavada y desinfectada. Además, se recomienda no sacudir las prendas sucias. Limpiá el cesto de la ropa sucia con agua y jabón, y luego desinfectalo con un producto de limpieza.

Rociar las prendas con alcohol o cloro, como algunos recomiendan, puede dañar la ropa y las mucosas (boca, ojos, etc.). El alcohol y el cloro pueden servir para desinfectar las superficies, siempre que se sigan las recomendaciones pertinentes.

Para garantizar una desinfección eficaz de tu ropa, seguí estos pasos a seguir para un lavado adecuado según indica el portal Cleanipedia:

– No sobrecargues el lavarropas. Una carga más pequeña permitirá que el agua y los productos de limpieza se muevan más libremente alrededor del tambor y trabajen más uniformemente en la ropa.

– Separá siempre los artículos de ropa por tipo. Si alguna está particularmente sucia, es mejor separarla de los demás artículos a ser lavados. Cuando se trata de ropa interior, esta es siempre una buena idea. Esto evitará que la que esté poco sucia quede expuesta a más gérmenes en el proceso de limpieza.

– Leé las etiquetas de cuidado. Para cada prenda, es importante verificar las indicaciones recomendadas para la temperatura de lavado, tipo de secado, y cualquier orientación sobre el uso de cloro o detergentes.

– Usá un ciclo de lavado a alta temperatura. Recomendamos un lavado de 60 grados (o más), para asegurarnos de eliminar todas las bacterias y virus. Pero muchas prendas se preservan mejor cuando son lavadas a 40 grados, como máximo. En caso de no poder lavar con agua caliente, podés remojar la ropa o toallas blancas en una mezcla de agua y algún producto blanqueador o sanitizante, antes del lavado regular (el blanqueador puede desteñir la de color).

– Secá bien, justo después del lavado. Para terminar el proceso de desinfección, podés exponer las bacterias a otra dosis de calor, para eliminarlas de una vez por todas. El secado al sol es uno de los más eficaces y naturales para eliminar los gérmenes, así como el moho y los hongos Ponela en un tendedero para que se seque a la luz solar natural. O podés usar la secadora para las prendas aptas para un secado a máquina.

Si tenés un secarropas, lo recomendable es poner la ropa en el ciclo de secado más largo para asegurarse que se seque completamente. Si los artículos como toallas y sábanas todavía están húmedos, pueden acumular bacterias. Las secadoras alcanzan temperaturas alrededor de 65°C, temperatura que matará la mayoría de los gérmenes.

Si no tenés uno y no podés dejarla afuera, para que se seque adentro seguí estos consejos:

– Colgala en un ténder cerca de un caloventor o convector, o mejor aún, donde le de el sol.

– Maximizá la ventilación dejando las ventanas abiertas.

– Colgala en perchas para acelerar el secado.

– Evitá una exposición al moho, secando la ropa en áreas de tu casa donde pasás menos tiempo (mejor evitar las habitaciones y el living).

– Limpiá tu lavarropas regularmente. Todo lavado higiénico empieza con una máquina de lavar limpia. Para desinfectar el tambor del lavarropas, programá un ciclo de lavado vacío con sólo una taza de lavandina o vinagre.

Cómo desinfectar la ropa sin lavandina, con productos naturales

Vinagre: es eco-friendly es un óptimo antiséptico y antibacteriano, además de eliminar los malos olores, dar brillo y claridad a la ropa blanca, y es un suavizante natural. Agregalo al prelavado o enjuague previo, o podés incluirlo en el ciclo de lavado. Se recomienda el vinagre blanco destilado (o vinagre de alcohol); el de manzana y el de vino pueden manchar tu ropa.

Bicarbonato de sodio: excelente blanqueador y desinfectante, podés usarlo para combatir malos olores. Añadí media taza de bicarbonato a tu jabón líquido habitual, durante el lavado.

Agua oxigenada (o peróxido de hidrógeno): alternativa eficaz para blanquear la ropa, el agua oxigenada es un desinfectante indicado para la ropa blanca. Añadí una taza en el lavarropas, en carga llena, sobre la ropa blanca (no conviene a la ropa de color, que quedará manchada).

Aceites esenciales: agregá unas gotas de aceite de árbol de té o de lavanda en el lavarropas. Además de ser desinfectantes efectivos, van a dejar un rico aroma.

Cómo evitar la propagación de bacterias en tu lavarropas

Para evitar que los gérmenes permanezcan en el lavarropas o en tu ropa limpia, es necesario limpiar la máquina.

– Una o dos veces por mes, programá un ciclo de lavado vacío con sólo una taza de lavandina o vinagre. Esto ayudará a desinfectar y evitará que los gérmenes permanezcan en el tambor. Si has lavado ropa de alto riesgo durante la semana, entonces podés seguir este paso una vez a la semana.

– Para evitar que se forme moho, dejá la puerta abierta después de cada lavado para permitir que salga la humedad.

– Limpiá regularmente el aro de goma o plástico alrededor de la puerta, con un producto desinfectante.

– Limpiá el filtro de pelusas al menos una vez cada dos semanas.

Otra táctica de prevención es clasificar la ropa para evitar la contaminación cruzada. La ropa interior, las toallas y los paños faciales suelen contener patógenos. Una carga de lavado con ropa interior solamente deja aproximadamente 100 millones de E. coli en el agua del lavado, lo que puede contaminar de forma cruzada la próxima carga de ropa. Evitá lavar artículos como estos en gran cantidad, para disminuir la cantidad de bacterias en cada lavado, y recordá desinfectar regularmente el lavarropas.

Fuente: Cleanipedia