jueves, abril 25

Cómo es el uso del petro y las criptomonedas en Venezuela para sortear la crisis económica

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La penetración de las criptomonedas en los pagos cotidianos aún es muy pequeña en Venezuela

En medio de una crisis económica y social que parece no tener fin, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, afirmó que su país fue uno de los primeros en adoptar las criptomonedas. Sin embargo, a pesar de ser un país pionero en el uso de criptoactivos y mover un gran volumen de transacciones, la penetración de las criptomonedas en los pagos cotidianos aún es muy pequeña en Venezuela.

En una reciente entrevista con Bloomberg, Maduro declaró que Venezuela estuvo a la vanguardia de las criptomonedas al otorgarles un papel fundamental en la política monetaria del país. El mandatario, en el poder desde 2013, recordó que su país creó “una criptomoneda, el Petro, junto con un sistema operativo de criptomonedas a nivel mundial, lo que ha permitido a muchas personas realizar comercio nacional e internacional y ha abierto una ventana a los consumidores de Venezuela”.

Venezuela creó la red Petro en 2017 cuando las criptomonedas tenían mucha menos importancia en los mercados mundiales. El primer objetivo detrás de su emisión fue eludir las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, en una movida que algunos medios sospecharon que también se trataba de una empresa conjunta secreta construida con ayuda rusa.

A pesar de ello, Venezuela no aplicó el modelo que está aplicando hoy en día El Salvador, es decir, adoptar bitcoin como moneda de curso legal. Al menos no de la misma forma. Cuando se le preguntó por qué Venezuela no tomó ese camino, Maduro respondió:

“Todas las criptomonedas pueden circular en Venezuela. Se pueden combinar fácilmente monedas y criptomonedas. En Venezuela puedes tener euros, dólares, yuanes, rublos rusos o bolívares y comprar cualquier criptomoneda. Y puedes tener Petros y cambiarlos a dólares o a Bitcoin.”

No obstante, el petro no ha ganado la misma popularidad que otros criptoactivos. En resumen, la criptomoneda venezolana respaldada por barriles de crudo, no logró cobrar fuerza ni como medio de intercambio ni como depósito de valor en el país. Inicialmente tenía un valor de USD 60 por unidad, mismo valos que el precio del barril de petróleo en ese momento. En ese entonces se anunció que el salario mínimo estaría anclado al valor del petro. Sin embargo, esto no se ha aplicado en la práctica y el valor del salario mínimo en el país es ahora de unos tres dólares estadounidenses. Además, el valor real del petro en los exchanges nacionales es mucho más bajo que el precio oficial.

En un momento, miles de tiendas aceptaron petro como pago a través de Biopago, una plataforma vinculada a un banco. Pero eso ha cambiado. El gobierno dejó de canjear estos petros por bolívares instantáneamente. Esto significó que las empresas tuvieron que enfrentar la volatilidad en el mercado petrolero y negociar petro en un mercado de cambio secundario. Esto hizo que aceptar petros fuera poco práctico y es poco probable que cambie en el futuro.

Hoy en día, los dólares estadounidenses o la moneda fiduciaria nacional, el bolívar soberano, constituyen las formas más populares de pagar bienes o servicios, dejando al petro y las criptomonedas a un lugar relegado.