Cómo evitar lesionarse entrenando en casa

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Todas las precauciones que tenés que tomar para hacer actividad física en tu hogar

Los días de cuarentena están siendo aprovechados por muchos para hacer ejercicio siguendo clases online o tutoriales de Internet. Pero no hay que subestimar esto sobre todo si no se posee experiencia o se toman ciertos recaudos.

La amenaza de las lesiones deportivas acecha a cualquier deportista, pero quizá con una mayor probabilidad a los aficionados que pretenden a toda costa intentar ejercicios y desafíos que nunca antes hicieron o no perder la forma física que tanto trabajo les costó alcanzar previamente.

Pero, ¿es tan saludable es realizar ejercicios a distancia , sin un correcto seguimiento personalizado y presencial de la actividad? ¿Cuáles son los riesgos? Es innegable que realizar actividad física tiene múltiples beneficios, más en esta época, aunque hay que tener en cuenta no abusar de la intensidad ni sobrecargar de entrenamiento.

Quienes decidan comenzar a hacer actividad deben empezar siempre de forma gradual, si puede ser con clases guiadas por profesionales cualificados. Tras el primer día de entrenamiento, darse un día de descanso y ver cómo reacciona el cuerpo, cómo sienten su musculatura. Durante el ejercicio deben escuchar su ritmo cardíaco y su respiración y ante cualquier signo que desconozcan, avisen a algún profesional.

Otro factor para evitar las lesiones es saber en manos de que profesional ponerse, ya que hoy en las redes cualquiera con una cámara puede dar clases, sin tener el conocimiento suficiente y sin poder ver a sus alumnos.

Es importante empezar siempre con un calentamiento y movilidad articular, entrada en calor de todos los músculos y por último siempre dedicarle un buen tiempo a la elongación, para darle elasticidad al músculo trabajado y de esta manera evitar la contracción muscular y ayudar a la recuperación posterior.

En la parte nutricional, lo importante es mantener las cuatro comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda y cena) en sus horarios habituales, respetando horas de sueño y siguiendo con regularidad el cronograma del día. Cambiar los horarios de sueño o dormir más o menos horas, invita a sumarle comidas al día o, contrariamente, saltearlas. Ambos son perjudiciales.

Consumir alimentos frescos y sanos, como frutas frescas, verduras, frutas secas, legumbres, cereales integrales, carnes magras, lácteos descremados. Y evitar los ultraprocesados, los grasos, frituras, dulces y alcohol. Beber constantemente agua para mantener regulados los niveles de líquido corporal.

Y si aún así presentamos algún dolor o signo o síntoma de lesión, lo primero hay que ponerse en contacto un traumatólogo para intentar determinar qué tipo de lesión puede ser. Las que se producen frecuentemente varían desde lesiones articulares de rodilla y tobillo.

En rodilla sobre todo roturas meniscales y en menor medida, ligamentos cruzados y ligamentos laterales, en estos casaos frecuentemente por correr en lugares cerrados y realizar giros bruscos. En tobillo: ligamentos laterales (esguinces frecuentemente) y edemas óseos metatarsales y ya alguna fractura de estrés, en estos casos por el aumento de ejercicio aeróbico descalzo o de tipo skipping.

Luego están las lesiones tendinosas y fasciales, destacando en estas semanas las tendinitis rotuliana, aquílea, y la fascitis plantar. Y las musculares (sobrecargas o roturas fibrilares) por trabajo excéntrico y con frenado constante y repentino, sobre todo en cuádriceps, isquiotibiales, glúteos, aductores y gemelos.

Fuente: Men´s Health