miércoles, abril 24

Cómo hacer que tu cachorro no te muerda cuando juegan

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Qué hacer cuando no queremos terminar con el cuerpo lleno de marcas

¿Cómo hago para que mi cachorro no me muerda cuando juega? Lo primero es entender que morder durante el juego es una conducta perfectamente normal e incluso para un perro adulto.

Mientras que los niños exploran el mundo con las manos y llevándose las cosas a la boca, los cachorros lo que hacen es jugar, sobre todo, con la boca: es la forma que tienen de manipular las cosas.
Ahora bien, cuando muerde fuerte porque no ha aprendido a controlar la intensidad de mandíbula (lo que los expertos llaman inhibición de la mordida), nos hace daño o, sencillamente, no nos hace gracia tener el cuerpo lleno de arañazos.

Los cachorros aprenden a controlar la fuerza de su mandíbula, sobre todo, jugando con sus hermanos y con su madre. Cuando hace daño, la madre termina el juego de inmediato, poniendo un límite.
No tiene por qué suponer un problema. Pero cuando nos duele o muerde fuerte o, sencillamente, no nos gusta, sí puede implicar un conflicto. Entonces, lo que tenemos que hacer es retirarle el juego: dejar de jugar, igual que haría su madre.

Basta con parar el juego por completo, exactamente igual que haría una madre perruna en la misma situación. Sería como quitarle la PlayStation a un niño cuando se porta mal; no le gritamos, sencillamente le retiramos la consola hasta que se porte bien.

Se trata de un comportamiento natural; y el castigo puede causar a tu perro más confusión o estrés que otra cosa, además de conseguir que tenga miedo. Solucionarlo suele ser un poco más complejo; sobre todo, es más mayor o ha cambiado ya su dentición a la de adulto y sus mordiscos hacen más daño.

Siempre hay que acudir a un profesional porque intentar resolverlo en casa puede ser un desastre. Por eso, es tan importante que los cachorros tengan una infancia de calidad con la madre, y evitar todos los destetes tempranos o bruscos. Y, como prevención, siempre acudir a un experto en comportamiento animal para que nos ayude.

Es mejor no usar nunca las manos para jugar y, en su lugar, utilizar los juguetes correctos. El error más habitual es que incitamos a los cachorros a jugar con las manos, y este juego se convierte en un problema cuando crece y tiene más fuerza en la mandíbula. Es bueno jugar con ellos, pero teniendo claro que somos jugadores y no su juguete.

Si lo hacés bien, lo que le enseñas es a tener tacto con la boca, es decir, a no hacerte daño; algo que puede resultar especialmente útil, por ejemplo, para los perros de terapia o si queremos enseñar a realizar otro tipo de manipulaciones de objetos.

Aun así, si vivís con niños pequeños, con gente muy mayor o, sencillamente, alguien de la familia o no le gusta) el tacto de los dientes en su piel, la recomendación en estos casos es nunca jugar con las manos.

Fuente: El diario