miércoles, abril 24

Cómo reconocer si sufrís chantaje emocional

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Algunas características del manipulador y cómo repercute en la víctima

Es difícil reconocerlo, porque casi siempre proviene de alguien a quien se ama o en quien se confía. El chantaje emocional provoca en la víctima sentimientos de culpa y miedo, y una actitud de sumisión.

Las estrategias del que “chantajea” buscan que la víctima tenga miedo a enfrentarse y que, mediante la culpa, haga todo aquello que desean. Se da en una relación íntima y con carga afectiva, por ejemplo, padres, hijos, pareja y amigos íntimos.

“La presión de tener que responder lo que el otro me dice que haga, que diga o que sienta produce un vacío que puede manifestarse a través del cuerpo. Por ejemplo, con algún síntoma corporal relacionado con la angustia o la ansiedad, como puede ser un dolor en el pecho. Otros pueden ser: dolores de cabeza y musculares, insomnio, problemas digestivos, alteraciones dermatológicas y presión arterial alta”, detalla Eliana Álvarez, licenciada en Psicología (M.N. 68.245), al portal ConBienestar.

La forma de detectarlo es identificando si algo de lo que se está haciendo no genera bienestar. Hay que preguntarse: “esto que estoy haciendo, ¿a mí me hace bien?” Es una extorsión, una manipulación a la que se somete a alguien para obtener un beneficio o dinero. El chantajista emocional se dedica a manipular sentimientos.

El que chantajea es una persona experimentada, sabe cómo son las emociones de “su víctima”. En cualquier caso la comunicación es esencial para que se puedan entender, y en este sentido, hay que asumir la responsabilidad de los hechos, reconocer y aceptar el problema para encararlo.

En la acción conocida popularmente como la de “llenar la cabeza” con órdenes, malos comentarios acerca de terceras personas o estímulos negativos se ve la hilacha del manipulador del que hay que tomar distancia.

Fuente: Conbienestar