Según el informe de la prensa surcoreana, los funcionarios fueron ejecutados con un pelotón de fusilamiento el 30 de julio después de cuestionar las medidas económicas del régimen durante una conversación privada en una cena.
Los informantes anónimos indican que los detalles de ese intercambio fueron reportados a los jefes del ministerio de Economía y luego los cinco hombres fueron convocados a una reunión y arrestados por la policía secreta.
Asimismo, alertaron que sus familias fueron trasladadas al campo de concentración de Yodok.
El acceso a información proveniente de Corea del Norte es casi nulo: no hay Internet ni comunicación con el exterior. Además, rigurosos controles limitan tanto la salida de ciudadanos norcoreanos como el ingreso de extranjeros, nadie sabe a ciencia cierta qué pasa en el país asiático.