miércoles, abril 17

“Creer para ver”: 10 líderes espirituales indagan sobre la vida, la muerte y sus miedos por el actual estado del planeta

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National Geographic estrenó la serie que llevó a la talentosa fotógrafa y artista Gaby Herbstein a viajar por el mundo al encuentro de líderes espirituales de diferentes credos y filosofías, para conocer su pensamiento, enseñanzas, participar de sus ceremonias y compartir momentos en sus comunidades y espacios sagrados

National Geographic estrenó este lunes 8 de junio Creer para ver, una serie documental de la mano de Gaby Herbstein, artista visual con una extensa trayectoria en fotografía que genera conciencia a través de diversos proyectos artísticos sobre el bienestar universal y la preservación de la belleza del planeta (National Geographic)
National Geographic estrenó este lunes 8 de junio Creer para ver, una serie documental de la mano de Gaby Herbstein, artista visual con una extensa trayectoria en fotografía que genera conciencia a través de diversos proyectos artísticos sobre el bienestar universal y la preservación de la belleza del planeta (National Geographic)

“Un día lo soñé. Soñé un libro con imágenes que se movían. En ellas los líderes espirituales que se habían cruzado en mi camino y otros que no. Yo estaba detrás del lente. Me desperté y dije: ‘Tengo que hacer esto’”, recordó en una entrevista con este medio la artista visual Gaby Herbstein sobre el comienzo del proyecto Creer para ver, su primera -y epifánica- serie documental.

De soñar con ser egiptóloga a transformarse en artista visual por casualidad y retratar a Cerati, Darín y García, la reconocida fotógrafa debuta como realizadora de este género en el que imagen y palabra se conjugan para construir el relato. En un camino de búsqueda de unidad en la diversidad, la fotógrafa (sin duda, una de las más reconocidas de nuestro país) junto al director y productor Eric Dawidson, dan vida a esta propuesta que busca sanar las fisuras que nos separan. Creer para ver es la expresión de lo invisible, de lo que muchos conocen como Fe.

En ocho capítulos de treinta minutos -y un bonus track para el final-, la serie refleja la travesía que desarrolló la realizadora en diez países con la misión de conocer y retratar en persona a diez referentes espirituales de la actualidad, desde Ravi Shankar (en India), a la chamana Abuela Margarita en México o al líder mongol Nikolay Oorzhak (en Siberia). En cada oportunidad aborda a estos líderes espirituales con entrevistas a fondo en donde no sólo comparten su sabiduría y ceremonias sino también cómo es su vida cotidiana, cuáles son sus reacciones ante los miedos, la muerte y el actual estado del planeta.

«Elegí la fotografía hace 25 años, en el camino descubrí el inmenso impacto que las imágenes generan, eso le dio un sentido más profundo a mi trabajo y me brindó la oportunidad de sembrar semillas de conciencia a través de lo que decido mostrar al mundo. En determinado momento de mi vida empecé a sentir un vació y todo esto me vino solo, por qué viste cómo es… esas fichas te caen solas”, comentó a Infobae Herbstein. Play Creer para ver – National Geographic

Aquel sueño fue una revelación provocada por una búsqueda que la artista venía desarrollando desde hacía tiempo: “La idea del documental nace de una búsqueda que venía transitando hace muchos años. Primero, sobre hacia dónde iba con mi trabajo. A menudo, me preguntaba qué rescataba de mi trayectoria como fotógrafa y qué proyectos me enorgullecían más. Un día, estaba parada ordenando mi archivo -tenía recortes de un montón de revistas de moda que me llegaban hasta las rodillas- y lo primero que se me vino a la mente fueron las colaboraciones para diferentes fundaciones, aquellas que me desafiaban a transmitir mensajes por medio de las imágenes que creaba para sembrar semillas de conciencia».

A los 18 años se interesó en la fotografía casi por casualidad; en realidad quería estudiar antropología y ser egiptóloga. Luego empezó a unir esos intereses cuando hice su libro “Huellas”, en el que se asesoró con antropólogos para explorar el papel y la evolución de la mujer en las culturas originarias de la Argentina. Pero para este proyecto, Herbstein estuvo a cargo de toda la investigación y realización.

Convencida de su deseo y en plan de concretar aquel sueño, no dudó en invertir sus ahorros para realizar la serie: “Fue una autogestión 100%. Me mandé con mis ahorros, todo fue muy gasolero. En Siberia y en Groenlandia dormíamos en carpas, éramos un equipo muy chico de máximo de cuatro personas porque no tenía plata para contratar un equipo de producción. Fueron cuatro años de investigación, de viajes, de búsqueda, de hacer mucho con poco, hice lo que pude muy a pulmón. Una vez que la tuve terminada se la llevé a Nat Geo”.

Obtuvo el apoyo de la iniciativa del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Faith Rights, y la pantalla de National Geographic, y logró que la recibiera el papa Francisco, que escuchó atentamente su idea, y le dio su bendición. “Fuimos muy poquitos pero con mucha convicción, hubo mucha cadena de favores a donde viajábamos. En todos lados nos ayudaron, había gente que nos alojaba, que nos asistía y que nos ayudaba a cargar equipos porque creían en nuestra misión”, dijo la creadora de La Diablada, aquel seriado visual que revalorizó a las culturas originarias.

«Creer para ver» es una serie documental que refleja la travesía que desarrolló la fotógrafa a lo largo de diez países con la misión de entrevistarse con diez líderes espirituales (National Geographic)

-Para mucha gente, las espiritualidades y filosofías chamánicas están sospechadas de cierto esnobismo, de esa cosa de estilo new age. ¿Qué lectura hacés de esto?

-Veo mucho eso. Pero creo que esa desconexión de la que se habla, en el fondo, es una desconexión con nosotros mismos. La espiritualidad tiene mucho más que ver con el autoconocimiento, con algo interno, con tomar una herramienta -cualquiera sea- para sentirse mejor con uno mismo y con el lugar que ocupamos en el mundo, y no tanto con algo externo y lejano.

La espiritualidad también se relaciona con el cuidado del planeta, de nuestros cuerpos y de nuestras comunidades, con respetarnos a nosotros mismos y a los demás sin importar las clases sociales, el género o el color de piel. Si bien cada maestro tiene su tipo de herramienta, todos hablan de lo mismo. Todos estos guías y maestros hablan de ayudarnos a recordar, porque ser espirituales está en nuestro ADN.

Ese vacío que podemos llegar a vivenciar los seres humanos en algún momento de nuestras vidas, que se representa a veces como el miedo a la muerte, es una señal de que necesitamos volver a esos orígenes. Estos guías nos ayudan a recordar que somos responsables de nuestras vidas y que no hay entes externos decididos a arruinarnos la vida ni responsables de salvarnos. Y pienso que estas distintas corrientes espirituales brindan herramientas para intentar unir eso que está separado.

Tras brillar en los años 90 como referente de la mejor fotografía de moda, Herbstein fue volcándose hacia una fotografía cada vez más comprometida con causas como la ecología, la protección de los animales y los derechos de la mujer (National Geographic)
Tras brillar en los años 90 como referente de la mejor fotografía de moda, Herbstein fue volcándose hacia una fotografía cada vez más comprometida con causas como la ecología, la protección de los animales y los derechos de la mujer (National Geographic)

-Antes de esta experiencia, ¿te considerabas una persona religiosa?

-De chica no tuve ningún tipo de impronta religiosa en mi casa. Mis padres son ateos de tradición judía, pero nunca practicamos la religión. La palabra Dios no era una palabra que se pronunciara muy a menudo.

-A veces recae cierto prejuicio sobre los líderes espirituales en torno a su modo de vida. En este sentido, y a partir de tu viaje, ¿encontraste contradicciones?

-Los maestros son todos humanos, tan falibles como cualquiera de nosotros, con todos nuestros defectos y nuestras virtudes, pero que toman la responsabilidad de guiar a la gente, de compartir este conocimiento ancestral y ayudar. Los líderes espirituales tienen un ego muy minimizado. Viajan mucho para conectar con sus seguidores.

A lo largo de este viaje aprendí que las personas estamos compuestas de la misma materialidad que todo lo que nos rodea en este mundo, conformando una gran red interconectada y perfecta. Ser conscientes de esto es vital para mantener un equilibrio entre nosotros y con el universo.

Al fin y al cabo, todos somos potenciales líderes, podemos ayudar y guiar a la gente a sanar. Es una capacidad que se desarrolla con la práctica. Y eso queda muy claro en el documental. Cada uno de esto maestros te aporta una herramienta. Después podrás conocer otra, y luego otra más y así… Es tan increíble la cantidad de herramientas que hay hoy en día… Yo apenas estoy mostrando a algunas de estas personas, no es el mapa de la espiritualidad global, para nada.

“Cada viaje fue una aventura”, reconoce Herbstein quien, con su propia voz en off, va guiando el recorrido de cada episodio. Una forma de confirmar el poderoso valor de la primera persona para contar historias propias (National Geographic)
“Cada viaje fue una aventura”, reconoce Herbstein quien, con su propia voz en off, va guiando el recorrido de cada episodio. Una forma de confirmar el poderoso valor de la primera persona para contar historias propias (National Geographic)

Desde Argentina hasta Groenlandia, hay una gran variedad de creencias, culturas y tradiciones. Con esto en mente, la artista emprendió un largo viaje alrededor del mundo. Estos son los 10 líderes espirituales que abrieron sus puertas a Gaby Herbstein y al director Eric Dawidson:

1. Nikolay Oorzhak en Rusia. En su juventud, cuando comenzó a producir sonidos como los que su padre y su abuelo solían hacer, le comunicaron que estaba destinado a ser chamán. Esos sonidos se conocen como Khoomei o “canto de la garganta”. Nikolay explica que tienen el poder de hacer sentir la vibración de la vida y de los ritmos del universo, así como también de ampliar la conciencia y conectar con espíritus de energía celestial.

2. Abuela Margarita en México. Vive en las montañas de Guadalajara desde hace más de 20 años. Practica la danza del Sol, de la Tierra y de la Luna. Como miembro del Consejo de Ancianos Indígenas, su palabra es escuchada y respetada en convenciones de todo el planeta. Transmite la tradición de sus ancestros, proclama los valores de la mujer como transformadora de la sociedad y comparte un mensaje de amor por la naturaleza.

3. Brother David en Argentina. Monje benedictino, especialista en ecumenismo y diálogo interreligioso. Fue uno de los primeros católicos en recibir un entrenamiento en Budismo Zen y en participar en el diálogo budista-cristiano. Además, es conferencista en The Dalai Lama Center for Ethics y cofundador del Centro de Estudios Espirituales con maestros judíos, budistas, hindúes y sufíes. Ha dividido su tiempo entre períodos de vida ermitaña abocado a la oración y a la escritura, y extensas giras con conferencias alrededor del mundo.

4. Admor Hassaraf en Malta. Es un importante líder espiritual reconocido mundialmente por su sabiduría, además de ser un poderoso canal de sanación. El gran rabino de Malta es el fundador y maestro de la “Orden Unida de la Luz», una organización internacional independiente de cualquier religión, estado, nación o gobierno, que tiene como objetivo promover los valores esenciales de la vida: el amor y la compasión.

5. Abuela Niña en México. Con 14 años, es considerada la chamana más joven del mundo. Su nombre es Ayakcihuatl, pero todos la conocen como “abuela niña”. Conduce rituales desde muy temprana edad. Aunque trabaja principalmente con niños, es respetada por personas de todas las edades. Ha estado en las Naciones Unidas y en varios lugares, levantando su voz en favor de los más pequeños, los indefensos, los humildes, la ecología y los pueblos indígenas.

«La espiritualidad tiene que ver con el autoconocimiento, con tomar una herramienta –cualquiera sea – para sentirse mejor con uno mismo y con el lugar que ocupa en el mundo» (National Geographic)

6. Jean Shinoda Bolen en Estados Unidos. Psiquiatra, analista junguiana, escritora y oradora, Shinoda Bolen es reconocida internacionalmente por numerosos libros en los que toca temas como el feminismo, la espiritualidad y la psicología analítica. A través de su vida y obra, comparte mensajes para salvar el planeta, la sociedad y la economía mediante la acción desinteresada y voluntaria. Ferviente activista de los derechos de la mujer, asegura que ellas son quienes pueden cambiar el mundo en las próximas décadas.

7. Hiah Park en Austria y República Checa. Es una “mudang” o chamana coreana especializada en danzas rituales. Desde su iniciación en 1981, comenzó a dar clases por todo el mundo y a ayudar a las personas a sanar. «Parece que lo hago, pero en realidad se convierten en sanadores de sí mismos”, asegura. Su trabajo ha despertado interés y respeto por las antiguas prácticas espirituales coreanas, además de ser un catalizador para la curación y transformación espiritual.

8. Abuelo Héctor Falcón en México. Vive en León, Guanajuato. Recorre el país dando a conocer el sagrado y ancestral ritual de la pipa, ceremonia que permite llegar a una conexión con la gran conciencia. Gracias a la forma amorosa, práctica y profunda en que transmite su conocimiento, es admirado y respetado por diferentes comunidades de todo el mundo. “Cuando yo hablo, no hablo yo. Hablan mis abuelos, hablan mis tíos, hablan mis antepasados”.

9. Angaangaq en Groenlandia. Es descendiente esquimal de una familia de curanderos y chamanes tradicionales de Groenlandia, jefe espiritual de las tribus Kalaallit y representante de los Ancianos indígenas ante las Naciones Unidas. Cuando la crisis ecológica y los cambios climáticos tuvieron lugar en su tierra natal, recibió una misión de los Ancianos: ser el vínculo entre ellos y el mundo. “Solo al derretir el hielo en el corazón del hombre, el hombre tendrá la oportunidad de cambiar y comenzar a usar sabiamente su conocimiento”.

10. Sri Sri Ravi Shankar en India. Desde los cuatro años podía recitar algunos versos del Bhagavad-gita, el libro sagrado hinduista. Su primer maestro fue Sudhakar Chaturvedi, quien también colaboró con Mahatma Gandhi. En 1981 creó “El Arte de Vivir”, una ONG humanitaria y educativa dedicada a iniciativas de servicio para el bien común, acreditada actualmente ante las Naciones Unidas y con presencia en 155 países. Su misión es “ver al mundo como una familia unida, una familia feliz”.

Creer para ver se involucrará en los universos de chamanes de México, Siberia, Austria, India, Malta, Groenlandia y Argentina (National Geographic)
Creer para ver se involucrará en los universos de chamanes de México, Siberia, Austria, India, Malta, Groenlandia y Argentina (National Geographic)

-¿Cuáles son sus reacciones y pensamientos ante los miedos, la muerte y el actual estado del planeta?

-No podría hablar por ellos. Lo que sí puedo decirte es lo que aprendí tras haber vivido tanto junto a ellos; que hay que tenerle mucho respeto al miedo, que el miedo enferma y que no hay peor pandemia que la del miedo. No hay que permitir que la emoción del miedo llegue a nosotros. Antes pensábamos que el cuerpo era una máquina. Hoy sabemos que las emociones repercuten directamente en nuestra salud.

Para combatirlos son clave los sentimientos de alegría, amor y felicidad. Cuando hay alegría hay amor. Ser positivos, darse al otro, ser humildes, empáticos y agradecidos son solo algunos de los ejemplos de lo que podemos ser. En cada episodio los maestros hablan de estas cosas. Si nos encargáramos cada uno de nosotros de poder comunicar al otro este tipo de valores habría muchos menos enfermos, por coronavirus o por cualquier otra patología o enfermedad.

-Trabajaste en este proyecto durante cuatro años. Hoy la presentación se lleva a cabo en un marco histórico: una pandemia mundial

-Nada es casual. Estamos pasando por un momento de introspección obligada que nos hizo meter para adentro y replantearnos si somos felices, si todo lo que nos rodea es necesario. Mis hijas, por ejemplo, me retan porque todos los días me pongo la misma ropa. Ahí me di cuenta de que tengo el placard lleno de prendas que no necesito.

Recién estaba hablando por teléfono con la Abuela Margarita. Me cantaba y me pedía que le cante como solemos hacer cuando hablamos. Y hablamos de eso, de la situación que hoy nos toca vivir. ‘Este retiro obligatorio me da mucha alegría’, me dijo. Me gustó mucho el término que usó porque para muchos es eso: una introspección de la que no podemos escapar.

-¿Qué aprendiste sobre fotografía a lo largo de esta experiencia?

-Después de muchos años de trabajar en estudios y de crear universos controlados, me dio mucha felicidad y soltura aprender a apreciar lo que aparentemente es imperfecto, lo que está ahí sin modificar. Todo el tiempo editamos sobre la mirada, editamos en el encuadre, en el click y en lo que elegimos fotografiar. Fue otra forma que desarrollé, me gustó mucho bucear por ahí.

f:Infobae