“Estamos acusados de ser encubridores del más terrible atentado terrorista que sufrió nuestro país. Es un disparate judicial, institucional y político esta acusación”, subrayó en el inicio de su intervención, que fue transmitida en vivo por redes sociales.
En una audiencia de la que participaron los integrantes del Tribunal Oral Federal 8 (TOF 8) José Michilini, Gabriela López Íñiguez y Daniel Obligado, el fiscal Marcelo Colombo Cristina Kirchner habló durante más de una hora, cuando el tiempo máximo era de 45 minutos, en un discurso en el que pareció un más descargo político en clave electoral que ofrecer una defensa sobre las acusaciones que pesan sobre su persona.
Cristina Kirchner, es acusada de intentar encubrir a los cinco imputados iraníes acusados como autores intelectuales del atentado a la AMIA a través de la firma del memorándum de entendimiento con Irán, hecho que denunció en 2015 el inmediatamente después fallecido fiscal Alberto Nisman.
En un intento de deslegitimar la acusación que pesa sobre ella, la actual vicepresidenta aseguró que es víctima de una persecución y apuntó contra los jueces de primera instancia que la imputaron en distintos expedientes -Claudio Bonadio y Julián Ercolini- y, especialmente, contra los integrantes de la Cámara de Casación Gustavo Hornos y Mariano Borinsky.
En este sentido, agregó que esta persecución está vinculada con su disputa con los Fondos Buitres por el pago de la deuda que había caído en default: “El memorándum con Irán no es solo una persecución. Era esto: pagarles lo que querían a los buitres porque después de pagarles a los buitres decían que venía la bonanza. ¡Y pagaron! Lograron sacar el candado para que se pagara. Yo no lo hice. Yo me banqué lo que me banqué y no me doblaron el brazo. No les pagué lo que querían porque era condenar a la Argentina a un endeudamiento fenomenal” manifestó con una voz al borde del llanto.
Otra de las estrategias fue mencionar en que se encontraba cada uno de los acusados cuando ocurrió el ataque para evidenciar la imposiblidad de haber tenido conexión alguna entre ellos. Sin embargo, no se la acusa de encubrir el atentado, sino, de la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán.
“Cuando sucedió el atentado de la AMIA, Andrés Larroque tenía 17 años cuando ocurrió el atentado de la AMIA. Juan Martín Mena era más chico aún, debería estar cursando algún curso de la escuela. Oscar Parrilli, quizás hasta tenía pelo, había perdido la interna justicialista y se había acercado al Frepaso. Carlos Zannini era Ministro de Gobierno de Néstor Kirchner que atravesaba su primera gobernación”. “¿Dónde estaba yo?”, continuó relantando, “sentada en alguna banca en la legislatura de la provincia de Santa Cruz. No teníamos ningún contacto, y esto no es menor“, manifestó.
Luego volvió a insistir sobre la persecución política que sufre y apuntó contra el expresidente Mauricio Macri: “buscó manejar la justicia para usarla como instrumento de persecución contra la dirigencia política”. Sobre esto, amplio sobre la utilización de organismos del estado para perseguirla: la Oficina Anticorrupción fue utilizada “para perseguir de forma impropia y anómala, también se usó a la AFIP para perseguir concretamente a mi familia”, puntualizó.
Sobre el Pacto con Irán, reiteró que su firma buscaba que los acusados de haber sido los autores ideológicos del atentado terrorista, “fueran indagados por el juez sin lo cual no iba a poder haber un procesamiento ni mucho menos juicio. El acuerdo fue aprobado por ambas Cámaras pero jamás entró en vigencia porque la República Islámica de Irán jamás aprobó en su parlamento el memorándum”.