Cruces entre Nación y Provincia por la aplicación de una tercera dosis contra el coronavirus
Mientras la variante Delta de coronavirus comienza a predominar en el mundo, los países más avanzados en el calendario de vacunación comienzan a barajar la posibilidad de aplicar una tercera dosis en algunas personas para fortalecer su respuesta inmune. Aquí en Argentina, pese a que se encuentra mas atrasado en este aspecto con solo el 20% completamente inoculado, se empieza a estudiar la posibilidad tomando como referencia a los países que ya han comenzado a convocar a este grupo de la población para administrarle la tercera dosis.
Esta mañana, en diálogo con radio Continental, la ministra de Salud Carla Vizzotti, ratificó lo que viene diciendo hace varias semanas sobre la posibilidad de aplicar un refuerzo de la vacuna contra el COVID-19: “Son algo que estuvieron presentes siempre. Lo estamos analizando para grupos específicos, como personal de salud y personas comprometidas, pero no va a hacer antes de fin de año. Tenemos que completar los esquemas”.
Sin embargo, tan solo dos horas después su par bonaerense, Nicolás Kreplak, la desacreditó planteando una postura diferente y que no están pensando en llevar adelante una campaña de este tipo.
“No tenemos información sanitaria en ningún lugar del mundo que estimule el uso de la tercera dosis. La OMS desrecomienda la tercera dosis, pide a los países que están pensando en aplicarla que las donen a aquellos países que no las están utilizando, si seguimos vacunando con terceras o cuartas dosis a países pudientes vamos a forzar la aparición de variantes que efectivamente evadan la respuesta inmune y que estas vacunas dejen de tener sentido”, comenzó el funcionario, tajante en su postura.
Y sentenció: “Es muy importante la equidad cuando uno habla de pandemia. Nosotros no pensamos que la tercera dosis sea una realidad que haya que llevar adelante”.
En este sentido, planteó que se trata de una ‘jugada’ de las farmacéuticas: “Hoy parecería ser una campaña de venta de laboratorios que tienen un fuerte poder de instalar en la agenda ciertas cosas y que se están ganando un 50% más de mercado con agregar una dosis”.
Sin embargo, no descartó que se estudie la posibilidad en sectores de la población muy específicos “que tengan menos capacidad de producir respuesta inmune ante la vacuna”. Sin embargo, recalcó: “Es una hipótesis, no está comprobado”.
El funcionario manifestó qué debería ocurrir para evaluar una tercera dosis: “Si llegara a aparecer en los primeros vacunados un aumento en la incidencia de contagios y nos empecemos a dar cuenta de que hay una falla en la inmunidad de la vacuna pensaríamos en esto”.
