jueves, abril 25

Cuatro formas caseras de eliminar la dureza de los pies

0
405
Tratamientos y trucos para deshacerte de estas molestias

Las durezas de los pies son zonas de la piel en las que se acumula una gran cantidad de queratina resultante de que se compacten las células muertas de la epidermis de esta zona del cuerpo como respuesta, generalmente, a un exceso de roce o fricción.

Existen varias razones por las que pueden aparecer:

– Una postura incorrecta al caminar, lo cual provoca que, durante la pisada, se apoye más peso sobre una determinada zona del pie. Esto es catalogado como un problema de origen postural, provocado por la deformidad o la alteración de alguna de las diferentes articulaciones del pie.

– El tipo de calzado que usás. Si tiene demasiado taco o, por el contrario, excesivamente duro y plano, no te hidratás correctamente o andás descalzo con demasiada frecuencia. Esto, unido a que tal vez padezcas de sobrepeso, crea la situación idónea para que tu piel cree esta acumulación de queratina.

Tratamientos y trucos caseros para eliminarlas:

– Piedra pómez. Al frotar con ella sobre la zona endurecida conseguirás ablandarla rápidamente. Posteriormente, podés restregar sobre ella una cebolla cruda y cortada por la mitad.

– Manzanilla. Al bañar tus pies en esta infusión aromática, rápidamente podrás notar como la zona se va desinflamando y el dolor se calma poco a poco. Para llevar a cabo este tratamiento necesitarás preparar, al menos, un litro de infusión, verterlo en un recipiente y tener tus pies en remojo durante cinco minutos.

– Hiedra. Consiste en machacar un par de hojas de esta planta junto a un ajo y aplicar la masa resultante sobre la dureza de tu pie. Tratar de evitar que esta pasta entre en contacto con la piel no afectada, ya que puede provocar un poco de irritación. Después, tapalo con un venda o una gasa. Lo mejor es realizar este tratamiento momentos antes de irse a dormir, ya que así no tendrás que preocuparte de si el vendaje se mueve o no y hará efecto sin que te des cuenta.

Una vez llegada la mañana, lavar la zona a la vez que sumergís tus pies en agua caliente. Esto provocará que la piel se reblandezca un poco y podrás retirar la parte afectada frotando ligeramente con una piedra pómez. Repetir el proceso todas las veces que sea necesario hasta acabar por completo con la dureza o el callo. Podés sustituir, si así lo deseás, la hiedra por aceite de oliva.

– Vinagre de manzana. Puede ser sustituido por jugo de limón sin que se resienta su poder curativo. Hacer un preparado consistente en un litro de agua tibia y verter en él 100 mililitros de este tipo de vinagre junto a un par de ajos machacados. Después, aplicá sobre la zona afectada esta solución y en pocos días podrás comprobar los resultados.

Fuente: Bekia