“Estoy muy contento de que el decreto número uno sea para los jubilados, porque cuando yo asumí en diciembre de 2019 les dije a todos los argentinos que tenía una prioridad, que era prestarles más atención a los más necesitados”, comenzó el Presidente.
Acompañado por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y la titular de la Anses, Fernanda Raverta, el mandatario explicó: “Lo menos que podemos hacer es darles algunas mínimas garantías, como por ejemplo la garantía de la movilidad, y permitir que también tengan un grado de previsión. No inventamos nada, miramos en la historia reciente cuál fue la mejor fórmula y la volvimos a poner en vigencia”.
A la vez, el presidente salió al cruce de las críticas que recibió la nueva ley de movilidad: “Los que se quejan de que no sostuvimos la fórmula de la gestión anterior son los mismos que hicieron caer el 20% el ingreso real de los jubilados. Y la fórmula que estamos imponiendo en términos reales hizo crecer el 20% de sus ingresos“.
Con respecto a la pandemia y el rebrote de casos en las últimas semanas, Fernández se mostró preocupado y les apuntó a los más jóvenes: “Uno se descuida y los que más se descuidan son nuestros jóvenes. Sé que para muchos ir a bailar es lindo, jugar al futbol es lindo, todo es lindo, salvo que haya un virus en el medio. Quiero llamar a la reflexión de todos. La pandemia no se terminó“.
En este sentido, agregó: “La vacuna nos va a dar con el correr de los meses inmunidad a un número importante de argentinos, pero mientras tanto no podemos jugar con fuego. Porque el virus sigue circulando”.
La nueva reforma jubilatoria establece aumentos trimestrales a partir de marzo (a diferencia de los semestrales de la ley anterior) vinculados a la evolución salarial y de la recaudación tributaria de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), y ese índice nunca podrá producir la disminución del haber del beneficiario.
Sin embargo, la falta de una garantía frente a la inflación, la elección del menor índice entre salarios más impuestos versus la recaudación total de las ANSeS, la ausencia de una recomposición de los haberes por las pérdidas de los últimos años y los temas que deberá definir la reglamentación son los puntos más conflictivos de la nueva ley de movilidad previsional que abarca también a la totalidad de las prestaciones sociales. Un universo de 18 millones de personas.