Sin emabargo, el comunicado no especifica cuál podría ser ese margen de mejoría, y una fuente con conocimiento directo de la posición del FMI dijo a Infobae que “es difícil ver como una restructuración que redunde en un valor presente neto de la deuda superior al 50% con una tasa de descuento del 10 por ciento “puede ser consistente con restaurar la sostenibilidad de la deuda“.
El mensaje del Fondo cayó mal entre los inversores de la Argentina, que esperaban que el organismo acordara con el Gobierno un plan de consolidación fiscal que les permitiera negociar una quita de la deuda menor a la que se negocia actualmente.
Cabe recordar que la semana pasada el Gobierno mejoró la oferta de 40 a 47 dólares en términos de valor presente neto, mientras que se estima que la de los acreedores más grandes, conocida el viernes, ronda entre 55 y 60 dólares.
Pero las contrapropuestas presentadas por dos grupos de acreedores la semana pasada fueron posteriores a la que el Gobierno les comunicó el 26 de mayo, por lo que ahora esperan que sean los bonistas los que vuelvan a bajar sus pretensiones. “Tiene que haber acercamientos de los dos lados. El tango se baila de a dos”, dijo una fuente cercana a la negociación.
Los acreedores, en tanto, consideran que es el Gobierno el que debe mejorar un poco más su oferta.
En el mercado coinciden que el valor de 50 dólares por cada 100 nominales es un número razonable para cerrar esta negociación.