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Deuda: Kicillof, Guzmán, Stiglitz y 5 claves de un día vertiginoso

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Nota extraída de Clarìn por Daniel Fernández Canedo

miércoles 22 de enero de 2020 12:00

El Ministro de Economía aseguró que la deuda es “impagable” y desató caídas y subas fuertes en dólares y pesos.


El ministro de Economía, Martín Guzmán


Casi en simultáneo corrió la versión de que el fondo Fidelity de EE.UU había rechazado la propuesta del gobernador bonaerense de postergar hasta mayo el vencimiento del bono BP21 con el llamado a un conferencia de prensa por parte del ministro de Economía, Martín Guzmán.

La versión sobre Fidelity, que tendría 16% de los bonos que deberían pagarse el próximo día 26 (el vencimiento total suma US$250 millones) fue negada posteriormente de manera extraoficial por fuentes del ministerio de Economía bonaerense. Pero a esa altura los bonos argentinos en dólares ya habían caído 2% y los de pesos subido 10%. Los cambios del día fueron potentes y dejaron por lo menos cinco temas clave.
1) Martín Guzmán ratificó que la Nación no le dará US$250 millones a Axel Kicillof para que le pague a los bonistas. Así, la suerte de la deuda provincial está atada a que en los próximos días el 75% de los tenedores del BP21 acepten esperar hasta mayo para cobrar.
2) El ministro de Economía envío al Congreso de un proyecto de ley para que autoricen al Ejecutivo a negociar un modificación de las cláusulas de vencimiento de la deuda. Un tema sensible es si se votan cambios en la Ley de Administración Financiera que establece que para aceptar modificaciones en los compromisos de deuda se deben cumplir por lo menos dos de las tres condiciones que son: lograr más plazo, una quita en el capital, o una quita en los intereses.
Así el Ejecutivo tendría mandato para efectuar cambios cumpliendo sólo una de esas tres condiciones para los compromisos de pago.

Guzman le pidió “buena fe y responsabilidad” a los bonistas al mismo tiempo que fue enfático al decir que “la deuda es impagable”. Habrá que esperar para saber el resultado de ese cóctel en el que lo que está en juego es plata y que el presidente Alberto Fernández quiere tener resuelto el 31 de marzo.

3) Joseph Stiglitz ¿para quién juega?. La pregunta surgió después de que el Premio Nobel , acérrimo enemigo del FMI y coautor de trabajos académicos con Guzmán, les advirtiese ayer a los acreedores que deben prepararse para grandes pérdidas.¿Sabrá algo que los operadores financieros desconocen?.

La suma de Fidelity, Guzmán y Stiglitz dejó también como saldo una baja de 7% en las acciones de empresas argentinas que cotizan en EE.UU y el mencionado fuerte repunte de los bonos en pesos de la mano de las palabras de Guzmán sobre que el Gobierno, por ahora, pagará los intereses de la deuda en dólares y cumplirá con los de pesos.

4) La caída de los bonos en dólares puso una pausa en la recuperación que se venía dando en los últimos días, atada la creencia de que los vencimientos de capital de este año para la Nación alcanzan a sólo US$3.600 millones correspondiendo a US$ 1.100 millones de los Bonar 2024 y US$2.500 millones del Bonar 2020.

Si Guzmán logra más plazo pagando intereses y una quita moderada en el capital, sería un buen resultado para el Gobierno, que dice intentar un acuerdo amigable con el paraguas de la voluntad de pago y un nuevo cronograma con el Fondo Monetario.

La caída de ayer replantea un escenario que, a modo de especulación, sería el siguiente: si lo bonos caen mucho quedarían a tiro de las compras de fondos buitre. Pero si mantenían la suba de los últimos días ,los acreedores podrían no sentirse atraídos por un canje.

La negociación de la deuda está en el inicio y falta bastante para el clímax, aunque si la Provincia entra en default, según la opinión de los operadores, los tiempos se pueden acelerar.

5) En un día de vértigo en que las acciones caen 3,6% y los bonos en pesos pasan a ser vedette en el entendimiento de que el Gobierno cumplirá con los vencimientos echando mano, si fuera necesario, a la emisión, surgieron algunas dudas sobre el ajuste de las cuentas del Tesoro que será necesario para demostrarle capacidad de pago a los acreedores.

Un punto en cuestión fue la confirmación oficial de que el aumento a los jubilados y pensionados será de 11,56% para el primer semestre del año, que surge de la aplicación de la formula de actualización que implementó Mauricio Macri y que Alberto Fernández suspendió por seis meses para proponer una fórmula alternativa.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, ratificó la suba con un esquema de “suma fija” que beneficiará a los jubilados que ganan la mínima y pronunciando el “achatamiento” previsional que impulsa el Gobierno, en un camino de desaliento para los que más aportaron a lo largo de su vida activa.

Pero, más allá de lo polémico de ese camino, lo llamativo fue el silencio de Martín Guzmán, que debía computar como ahorro un menor aumento de los haberes previsionales para cimentar el camino hacia el equilibrio de las cuentas públicas.

Si bien no está dicha la última palabra, la vía hacia la eliminación del déficit planteado por el presidente Alberto Fernández aparece ahora más descarnadamente como un aumento de los impuestos para un país que detenta un récord en materia de presión impositiva y que ya acumula nueve años de estancamiento.