
La situación es crítica. Según los cálculos, ya ardió una superficie vegetal equivalente al doble de Bélgica, más de 1.400 casas fueron destruidas, se confirmaron por lo menos 19 personas muertas y 28 se encuentran desaparecidas, murieron casi 500 millones de animales, entre los que se encuentran varias especies en peligro de extinción, como canguros, wombats, demonios de Tasmania y koalas.
El caso de los koalas es realmente preocupante. El gobierno australiano reconoció que unos 8.000 ejemplares, casi un tercio de su población total de la región de Nueva Gales del Sur, habrían muertos.
Las autoridades declararon el estado de emergencia en el sudeste del país, la región más poblada de la isla continente. Miles de turistas y habitantes recibieron la orden de abandonar las regiones más expuestas en una zona de alrededor de 300 kilómetros a lo largo de la costa.
El pronóstico continúa siendo desalentador: para los próximos días se esperan temperaturas por encima de los los 40 °C y no hay señales de precipitaciones.
Por el momento hay 2.000 bomberos trabajando además del ejército, aviones de la fuerza aérea y cruceros de la marina y se espera ayuda adicional de Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda.
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1 junio, 2023