miércoles, abril 24

Día del Preservativo:por qué acá no se consigue el campo de látex,que los expertos recomiendan

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En la Argentina no se incluye en la lista de métodos anticonceptivos que distribuye gratis el Ministerio de Salud ni se vende en farmacias.

Día del Preservativo: por qué acá no se consigue el campo de látex, que los expertos recomiendan

Para los especialistas es un método que debería estar disponible.

Los sexólogos lo mencionan cada vez que hablan de cuidados, pero es un producto que no se vende en farmacias ni se consigue en hospitales. No es que falte interés: hay miles de tutoriales en YouTube sobre cómo hacerlos de manera casera. Incluso, uno del Ministerio de Salud, que recomienda su uso, aunque no lo incluya en sus canastas de insumos para la prevención de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Lo que es peor, no muchos saben qué es. ¿Por qué sigue ignorado el campo de látex en la Argentina?

Un campo de látex consiste básicamente en un rectángulo plástico que sirve para prevenir ITS en el sexo oral practicado en la vagina o en el ano y también en la frotación vulva con vulva. Al no estar disponible en el país, la recomendación tanto desde el Estado, como de los profesionales de la salud y las ONG que combaten las ITS es fabricarlos artesanalmente.

La opción más recomendada es cortando un preservativo: “Se desenvuelve, se corta el aro de la base, luego se corta en forma vertical a lo largo y se consigue así un cuadrado de látex que se pondrá sobre la vagina o el ano” (Fundación Huésped). Nota mental: hay que dejar una tijera en la mesa de luz.

En otros países, la distribución de campos de látex es dispar. Pueden encontrarse en sex shops, en unas pocas farmacias y también en centros de salud pública –en algunos países de la región, la recepción de canastas de insumos por parte de organismos internacionales hace que se incluya una mayor diversidad de productos que lo que licitan públicamente países como la Argentina-.

Los campos de látex se consiguen por Internet o en sexshops en Europa o Estados Unidos.

Los campos de látex se consiguen por Internet o en sexshops en Europa o Estados Unidos.

En Estados Unidos (las llaman Dental Dam, porque originalmente se usaban en medicina dental) o Europa, se pueden conseguir por Internet fácilmente. En Amazon España, por ejemplo, figuran también como “barrera oral», «barrera bucal» o «barrera de látex», arrancan en los 2,66 euros por unidad y hay varios modelos disponibles, con un tamaño aproximado de 25 x 15 centímetros, bastante mayor que el que tiene una barrera artesanal hecha cortando un preservativo.

Otra diferencia es que vienen en distintos colores y sabores, como fresa, vainilla y moras silvestres, pero sin lubricantes. Otro detalle no menor es que se consiguen en otros materiales, como nitrilo o poliuretano, para aquellas personas con alergia al látex.

“La sexualidad es disfrute y tiene que haber métodos que acompañen ese placer a la vez que nos permiten cuidarnos”, opinó el sexólogo Mauricio Strugo (@mauriciostrugo en Instagram) y destacó que “que una mujer se tenga que poner a fabricar un campo de látex en el momento de la sexualidad es injusto y discriminatorio”.

Entre otras razones, Strugo enumeró que, por una parte, “al ser artesanal, no es un elemento aprobado por la Anmat” como pasa con los preservativos, a los que se somete a pruebas de resistencia y fuerza, pero además se pierde de vista que “en un mismo encuentro, se puede requerir más de un campo de látex, si vamos a hacer distintas prácticas o si vamos a tener sexo grupal”. A esto, además hay que agregar que “los preservativos vienen con lubricantes y otros productos, que al sabor, no invitan a utilizarlo”.

La mayoría son de látex, pero también se fabrican de nitrilo y poliuretano.

La mayoría son de látex, pero también se fabrican de nitrilo y poliuretano.

“Hay que salir del coitocentrismo, que es esto de la sexualidad exclusivamente relacionada con la penetración del hombre a la mujer. La sexualidad es un conjunto de prácticas, de erotismo, que puede no comprender a personas con pene o que pueden ser con personas con discapacidades que tengan otro tipo de sensorialidad”, resaltó.

Por su parte, Nayla Procopio, coordinadora de la Red Nacional de Jóvenes y Adolescentes para la Salud Sexual y Reproductiva (RedNac), resaltó que en los talleres con adolescentes es frecuente la pregunta sobre el sexo oral. “Les chiques dan cuenta de la gran diversidad de información que circula en torno a cómo cuidarse para esta práctica hacia personas con vulva, y los diferentes elementos que utilizan pero sin garantías de que esos elementos efectivamente sirvan para tal fin. Esto da cuenta de la importancia que tiene contar con un insumo seguro y diseñado especialmente para estas prácticas”.

En esa línea, pidió aclarar que aunque “el campo de látex también es difundido para proteger de ITS en relaciones sexuales entre personas con vulva” en prácticas de frotación “resulta incómodo y poco práctico para este tipo de relaciones, ya que el tamaño es pequeño y se mueve fácilmente”. Existen alternativas en desarrollo como proyecto vulvarnés (en ig: @vulvarnes), que crearon una pieza que se coloca como si fuera una bombacha a la que se le puede enganchar un campo de látex.

El colectivo Proyecto Preservativo para Vulvas (PPV) va más allá y trabaja hace años tanto para promover que “el Estado distribuya gratuitamente, a la par de los preservativos peneanos, métodos profilácticos existentes en otros países, como preservativo campo, dedales, preservativo vaginal, máscara oral”, así como para “concretar un preservativo para vulvas, de acceso gratuito, que permita cuidarnos en cualquier práctica sexual: frotamiento, sexo oral, penetración con dedos, dildos o pene”.

Los campos de látex se pueden fabricar artesanalmente cortando un preservativo. Imagen: Fundación Huésped

Los campos de látex se pueden fabricar artesanalmente cortando un preservativo. Imagen: Fundación Huésped

Uso de preservativo

Se estima que 136 mil personas viven en la Argentina con SIDA (Boletín sobre VIH e ITS 2020 del Ministerio de Salud de la Nación) y sólo el 14,5% de la población utiliza preservativo en todas sus relaciones sexuales (AHF Argentina). En 2019, se registró que en solo cuatro años se habían triplicado la cantidad de casos de sífilis, una infección que se puede curar gracias a la penicilina, siempre que sea detectada a tiempo. La lista sigue con herpes, clamidia, hongos, y HPV, entre otras infecciones.

La falta de uso del preservativo es responsable del 98% de las ITS, alertaron especialistas del Hospital de Clínicas por el Día Internacional del Preservativo que se utiliza cada 13 de febrero para concientizar a las personas de la importancia de cuidarse. En ese marco, Analía Urretavizcaya del equipo de Sexología Clinica del Hospital de Clínicas, resaltó que el campo de látex artesanal “siempre que se use correctamente es tan eficaz como el preservativo tradicional” para prevenir ITS.

Clarín consultó en el sector privado por qué no se fabrica, si parece ser un elemento de producción sencilla. “Nadie tiene sexo oral con preservativo, a nadie le gusta chupar plástico”, respondió un fuente del sector privado. “Por más de que tenga saborizantes o colores lindos. Los pibes no están usando preservativos en general pero menos para el sexo oral, porque no es algo que guste. Por eso no se fabrican tampoco campos de látex, porque no se venderían”, agrega.

“Bueno, tampoco se usaban los tapabocas hasta hace dos años, ¿no?”, ironizó Strugo al escuchar de este testimonio. Hay que entender que se está corriendo un riesgo y así como en esta época tuvimos que aprender a usar barbijo, tendremos que saber que si vamos a tener una primera relación sexual con una persona no va a ser lo mismo, pero que hay que usar el campo de látex y todos los medios que correspondan”.

Para el sexólogo, el Estado está quedándose en el pasado, al no promover de manera más activa los campos de látex. “Tenemos una Ley de Identidad de Género, en los DNI ya está el no binario y existe el matrimonio igualitario. Hay que aggiornar los cuidados, hablar más de los campos de látex y garantizar que se fabriquen. Porque aunque a nivel técnico, no es algo difícil de producir, las empresas por altruismo no los van a hacer”, reflexionó.

Para Procopio, que el campo de látex no esté incluido en la lista de métodos anticonceptivos que distribuye gratis el Ministerio de Salud de la Nación ni se consiga de manera privada demuestra “cómo sigue operando una lógica machista y falocentrista en los métodos disponibles de cuidado para prevención de infecciones de transmisión sexual”.

“El uso del campo de látex está mayormente ligado a la protección para sexo oral hacia vulvas, por lo que el placer que queda relegado (al no contar con el acceso a campos de látex) es el de las personas que tienen vulva. Para protegernos de infecciones al realizar sexo oral hacia personas con pene si contamos con un método de cuidado disponible”, señaló.

PS

f:Clarín