
Además, la intención es reactivar la actividad parlamentaria antes de que concluya el período ordinario, ya que el resto de los proyectos, como el Presupuesto 2020, se debatirán con la nueva conformación de la Cámara.
Uno de los cambios decisivos en la ley de alquileres que plantea el proyecto es sobre el plazo mínimo de contrato, que se extenderá a tres años.
Los propietarios no podrán exigir a los inquilinos pagos adelantados por un monto que supere el valor de un mes de alquiler. El depósito tampoco podrá superar el monto de una cuota mensual. Además, establecerá que el reajuste sea anual, en lugar de semestral. Ese ajuste deberá seguir un criterio objetivo igual para todos los contratos.
Con respecto al sistema de garantías, el proyecto crea un “menú” de opciones para que el inquilino pueda presentar ante el propietario. Entre los que incluirá, además de un inmueble a nombre de familiar directo como se suele acostumbrar, certificados de ingresos como recibos de sueldo, seguros de caución, aval bancario y garantía de fianza. Entre esas cinco opciones, el inquilino deberá presentar al menos dos variantes, de las cuales el propietario elegirá una.
Otro de los proyectos centrales incluidos en el temario, es la ley de góndolas que busca regular la competencia de marcas en las góndolas de los supermercados para frenar las conductas monopólicas, que es objeto de fuertes críticas de los empresarios.
Entre sus puntos claves, la iniciativa establece que los productos de una misma marca no podrán acaparar toda la góndola del supermercado, pero la discusión entre Cambiemos y la oposición está en si se pone o no un límite.