jueves, abril 25

Dolar: la tasa real sigue negativa en más del 10% y tracciona la compra para resguardo

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Los pesos pierden contra la inflación y la devaluación. Esta situación desalienta la inversión en pesos e implica un riesgo para la cotización del tipo de cambio. El dato de inflación por encima de lo esperado de octubre de 3,8%, junto con la aceleración de lo precios mayoristas y del costo de la construcción dan a entender que estamos entrando en la aceleración inflacionaria proyectada por la mayoría de los economistas. Hacia adelante se espera que dicha aceleración inflacionaria continúe. El BCRA reaccionó subiendo las tasas aunque no alcanzó. Desde el lado de la remuneración de los pesos, se observa que la tasa es negativa en términos reales, lo cual implica un riesgo para la dolarización de carteras y potencial suba del tipo de cambio.

Para combatir la inflación, el BCRA subió todo el esquema de tasas. Aún así, la medida parece haber llegado tarde y de manera insuficiente ya que todavía la tasa real sigue siendo negativa a la vez que se registraron salida de depósitos y plazos fijos, los cuales es esperable que busquen al billete como cobertura.

Si los pesos pierden valor contra la inflación y contra la suba del dólar, el interés por invertir en pesos es menor y los riesgos se centran en que los inversores busquen dolarizar sus carteras y genere una nueva suba del tipo de cambio. Con la aceleración inflacionarias, la tasa de interés real se sigue manteniendo en niveles no solo negativos sino en 2 dígitos debajo de 0% de entre el 13% y 11%.

Para los analistas de Delphos Investment, el aumento de la inflación trae nuevos desafíos para el Banco Central (BCRA) ya que la tasa de interés real ex post en octubre pasó a ser negativa entre un 13% y un 11% anual, dependiendo la tasa de interés de mercado se utilice.

“Claramente esto fue reconocido tímidamente mediante la suba de tasas mínimas que dispuso el BCRA de 3 puntos porcentuales para los plazos fijos minoristas y de 2 puntos para el resto de las colocaciones. Aún con estas subas la tasa de interés real no sería menor al 7% anual para los plazos fijos minoristas en el último bimestre del año, lo cual puede impactar en la dinámica de las colocaciones”, advirtieron.

Los analistas de Quinquela Fondos advirtieron que, a pesar de las subas de tasas, al comparar las tasas con el nivel de inflación o con el ritmo de devaluación mensual, tanto las tasas nominales como las efectivas siguen siendo negativas.

Desde la perspectiva del inversor esto es negativo, porque debe buscar alternativas de mayor riesgo para preservar el poder de compra de sus pesos. En una economía como la argentina, donde la moneda pierde valor y no es usada como instrumento de ahorro, convivir con tasas reales (o en dólares) negativas es contraproducente, porque agudiza aún más la problemática de base, que es la falta de demanda real por la moneda local”, agregaron desde Quinquela Fondos.

Por su parte, desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) agregaron que la suba de tasas del BCRA fue tardía: “En octubre los plazos fijos privados cayeron $ 71.000 millones, y en noviembre (hasta el 13/11) otros $22.000 millones. Así, el promedio de altas sigue siendo negativo, aunque menor al de octubre. De hecho, el esquema aún con la suba de tasas también sería escaso, dada la inflación de octubre 3.8% y su expectativa creciente. Estimamos que esta iría al 4% mensual en el primer semestre, y mostraría que la tasa de interés efectiva anual (hoy del 44%) aún sería negativa en términos reales. Por ende, no habría incentivo a quedarse en pesos”.

¿Más suba de tasas?

La pregunta clave es ¿por qué ante la necesidad de ofrecer tasas reales positivas a los inversores, el BCRA no sube más las tasas de interés? Claramente una alza de tasas tiene impactos desde el lado económico y desde el lado financiero, lo cual limita el accionar de la entidad monetaria

Para los analistas de Quinquela, el BCRA no sube la tasa básicamente porque una suba de tasas de interés implica un aumento en el costo del crédito para empresas e individuos y un incremento significativo del costo de esterilización.

“Si bien en las últimas semanas el BCRA buscó encarecer el crédito de corto plazo para evitar la tendencia a la dolarización y promover la liquidación de exportaciones, buscó la manera de afectar en mayor medida al segmento de empresas grandes, que toman crédito de corto plazo en el sistema financiero. Además, si el BCRA agudiza el proceso de suba de tasas encarece el crédito a empresas en un contexto donde la cadena de pagos todavía se muestra resentida por los efectos de la crisis sanitaria”, comentaron.

El otro factor que le pone un freno al BCRA es el costo de esterilización. Dado el stock actual de pases y Leliq y el nuevo nivel de tasas de interés, cada mes la autoridad monetaria debe emitir $ 76.000 millones para pagar los intereses. En términos anuales esto implica una emisión mínima de $ 920.000 millones, sin contar la necesidad de esterilizar también los pesos que se emiten para el pago de intereses.

“Si tenemos en cuenta que el saldo de Leliqs y pases crece mensualmente por la necesidad de esterilizar los intereses y la asistencia al Tesoro, con el nivel actual de tasas, la emisión por intereses para 2021 sería de $ 1,3 billones, es decir superior a la necesidad de $ 1,2 billones que plantea el Presupuesto 2021 como asistencia del BCRA al Tesoro. En ese escenario, cada punto adicional de tasa de interés genera una emisión adicional de $ 41.000 millones de pesos para el año próximo. Estos dos factores explican los motivos por los cuales el BCRA viene aplicando una suba de tasas con cuentagotas”, subrayaron.

Los analistas de Delphos no esperan «un sesgo muy restrictivo por parte del BCRA sino más bien un acompañamiento de las tasas de interés a la suba de la inflación. Es conocido que las tasas de interés pueden mantenerse en terreno negativo cuando se combinan con un cepo cambiario. Sin embargo, niveles muy negativos complican el manejo inflacionario”.