viernes, abril 19

Dólar y desempleo destruyen la pirámide social:cuánta gente dejó de ser clase media en los últimos2años

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Con un nivel de pobreza que afecta a más del 40% de la población argentina, se achicó mucho el margen para integrar la clase media

La Argentina se distinguió históricamente en América Latina por ser un país con elevada población de clase media. Una combinación de ingresos aceptable y formación educativa permitió el desarrollo de ese sector socioeconómico.

La movilidad social ascendente distinguió a quienes podían aún ser incluidos en esa clase media dinámica, que era uno de los motores del país.

Eso posibilitó a la Argentina diferenciarse de otras naciones de la región. Incluso en este presente muy complicado en materia socioeconómica, desde distintos lugares del mundo se sigue destacando el capital intelectual que, aunque diezmado por las crisis, continúa teniendo la Argentina.

Ese aspecto distintivo comenzó a decaer con fuerza sobre todo a partir de la crisis del 2001, que provocó severos daños en el tejido socioeconómico.

La clase media llegó a representar más del 80% de la población durante la última dos décadas del siglo XX.

Pero desde principios de este siglo la participación de los sectores medios -empleados bien pagos, comerciantes y emprendedores pymes-, retrocedió con fuerza.

En 1970, la pobreza era del 10% y había una clase media del 80% aproximadamente. Ahora, esa franja de la población cayó casi a la mitad.

«Desde 2011, se perdió a cerca de un 20% de la clase media. Además, todo el fragmento se volvió más pobre y hay un gran grupo en situación vulnerable», dijo Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA.

Sin embargo, fue por la combinación de la pandemia, el problema dle desempleo, el fuerte salto del dólar y la aceleración de la inflación que este cuadro se profundizó a partir del 2020. 

Según un informe dle Banco Mundial, por lo menos dos millones de argentinos dejaron de pertenecer a la clase media a raíz de los efectos negativos de la pandemia de coronavirus en las economías familiares, con lo cual el país no es líder en esa materia: quedó relegado al sexto puesto entre los de América Latina y el Caribe. 

Pobreza y clase media en riesgo

Con un nivel de pobreza que afecta al 40,6% de la población argentina, según el INDEC, se achicó mucho el margen para integrar la clase media.

Además, una porción significativa de quienes aún se pueden considerar de clase media está a pocos escalones de caer en la pobreza.

Es que «estar mil pesos por arriba de los ingresos necesarios para no ser pobre es insignificante», explica a iProfesional el investigador de la Universidad Católica Argentina (UCA) Eduardo Donza.

«La inflación carcome la calidad de vida de las familias», señala, y advierte que los principales problemas que se enfrentan son el bajo nivel de generación de empleo privado, el impacto de la pandemia sobre los hogares y una inflación que no detiene su ritmo de crecimiento».

De acuerdo con datos del INDEC y del sector privado, se estima que tras la pandemia sólo 20 millones de argentinos, sobre una población que supera los 45 millones, puede considerarse de clase media.

Y, además de los 2 millones que ya salieron de la pirámide, se estima que otros 2 millones hoy están en riesgo de bajar un escalón y caer en la pobreza, medidos por nivel de ingresos.

Es que la canasta básica sigue creciendo imparable: una familia de cuatro integrantes necesitó en septiembre un ingreso de $70.532 para no ser considerada pobre. El costo de la canasta básica subió 3,2% en ese mes.

La pobreza afecta a más del 40% de la población y se achicó mucho el margen para integrar la clase media

Ser clase media en la Ciudad, más difícil

Los números de la Dirección de Estadística porteña reflejan un panorama aún más exigente en materia de ingresos para considerarse de clase media y vivir en la Ciudad de Buenos Aires.

En la Ciudad de Buenos Aires, cada vez menos gente pertenece a la clase media por culpa de la recesión, la inflación y la caída de ingresos.

Desde 2015, casi 350 mil porteños dejaron de integrar la clase media, según mediciones oficiales.

Se estima que el 44% de la población de la Ciudad pertenece a ese grupo social. Hace seis años, el 53% ocupaba esa franja.

Para pertenecer a la clase media, además de ser propietario de su vivienda, un hogar debe contar con un ingreso mínimo de $99.683.

Deterioro en continuado

En las últimas décadas, la cantidad de argentinos considerados de clase media mantuvo un retroceso casi permanente.

Fuerte subas de precios, recesiones, devaluaciones, incremento del desempleo, precariedad laboral, y la confiscación y pesificación de ahorros, explican parte de ese retroceso.

De la mano de los ajustes, el estancamiento y la recesión, la clase media fue descendiendo sin pausa, y los peldaños inferiores pasaron a engrosar los sectores frágiles, vulnerables o directamente pobres e indigentes, que ya superan el 40% de la población.

Esto se agravó con la pandemia, cuando el Estado debió volcar gran parte de sus esfuerzos económicos en la atención de los más vulnerables.

«Estar mil pesos por arriba de los ingresos necesarios para no ser pobre es insignificante», dicen desde la UCA

«Los sectores que más disminuyeron sus ingresos son los medios, ya que buena parte de la ayuda estatal se focalizó en la parte más baja de la pirámide», señala Donza.

A la pérdida de ingresos, por la informalidad y el desempleo, un sector de la población también quedó fuera de la cobertura de la obra social o prepaga.

De los nuevos jubilados, más del 60% tiene que recurrir a las moratorias porque no reúne los 30 años de aportes y se jubila con el haber mínimo.

Un importante sector de los pequeños fabricantes o comerciantes debió bajar las persianas o pasar a la informalidad:

  • En diciembre de 2015, había 424.200 empresas que empleaban entre 1 y 5 trabajadores registrados ante la AFIP con aportes a la Seguridad Social.
  • En diciembre de 2019, antes de la pandemia, ese número se redujo a 403.400.
  • A fines de 2020 eran sólo 386.000.

Para el director del Observatorio Social de la UCA, Agustín Salvia, el aumento de la pobreza «se explica por la caída de la clase media, que se vio aún más afectada por la pandemia».

«Las clases medias están perdiendo peso en la Argentina», confirma Salvia.

Durante 2020, el Banco Mundial calculó que 1.700.000 personas de clase media cayeron en la pobreza en la Argentina.

A pesar de ese retroceso, distintos estudios destacan que la clase media argentina mantiene su aspiración de progreso, una de cuyas expresiones más tangibles es el intento a toda costa de que los hijos vayan a la universidad.

La dignidad del trabajo, el sueño de la casa propia, la movilidad social ascendente, el auto renovado cada tres o cuatro años, y el mérito, siguen siendo aspectos centrales reivindicados por esa clase media.

Un estudio del Observatorio de Psicología Social Aplicada de la UBA arrojó que el 85% de los argentinos consultados dice «sentirse parte de la clase media».

El dato no cierra con las estadísticas económicas, que reflejan que cuatro de cada diez están en la pobreza.

Pero sí indica que, a pesar de la debacle socioeconómica, una buena parte de los argentinos no se resigna a dejar de soñar con el objetivo de mejorar su presente.

Caída de los ingresos

La pérdida de poder adquisitivo es una de las principales razones del achique de la clase media.

Desde diciembre de 2016 a junio de este año, la inflación acumulada superó el 385%.

Mientras eso ocurrió, en el mismo período el ingreso formal registrado promedio pasó de $14.501 a $55.052, con un aumento de sólo 280%.

Los datos acompañan el concepto de «clase media pauperizada» propuesto por el Observatorio social de la UBA.

Ese concepto parece ser una de las claves para entender el duro momento que está atravesando la clase media argentina.

f:IProfesional