viernes, marzo 29

Dos gendarmes detenidos por simular un allanamiento y hurtar en un barrio de Salta

0
241

Se trata de dos jóvenes funcionarios, ingresaron a un domicilio en barrio San José. En presencia del jefe de guardia, los subalférez confesaron el hecho.

Lo hicieron de nuevo. Personal de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) vuelve a estar involucrado en graves hechos delictivos dejando a la fuerza nuevamente en el blanco de todas las miradas. Un hombre y una mujer, pertenecientes al organismo, están involucrados en un allanamiento simulado. Fueron relevados de sus cargos y detenidos. Según certificaron las fuentes consultadas por El Tribuno, se trató de un falso operativo montado por los funcionarios para hurtar.

Jóvenes, tenían toda una carrera por delante, las fuentes que investigan la causa señalaron que se trata de los subalférez Stefanía Karen Depaoli (27) y Ezequiel Enrique Gehrmann (32), quienes pergeniaron llevar a cabo un procedimiento ilegal en una vivienda del barrio San José de Salta capital.

Por el momento todo está bajo cinco llaves, desde la fuerza nacional no quisieron aportar absolutamente ninguna información, deslindando la tarea a la Policía de la Provincia que en un inicio llevó a cabo las actuaciones. Es el personal de la comisaría 8va. el que elaboró los primeros informes de la causa. Al parecer, los subalférez tenían algún tipo de información acerca de la casa de la víctima, una joven de 19 años, y su pareja, un hombre que se encuentra detenido en el marco de una causa federal.

Lo cierto es que el viernes pasado, entre las 22 y las 24, la pareja se hizo presente en el domicilio de la joven, ambos con el uniforme oficial de la GNA. En la calle Juan José Paso al 2000, del barrio San José, los uniformados ingresaron al jardín de la vivienda y golpearon una ventana. La joven denunciante, identificada con la sigla J.N.B. (19), se sorprendió porque al fijarse notó que ambos habían ingresado a la galería sin ningún permiso.

El subalférez Gehrmann tomó la iniciativa y señaló que estaban en el lugar para revisar el domicilio en el marco de la detención «de su pareja», dijo el gendarme. «Ya se realizó un allanamiento en la zona sur, vinculada con la causa de su marido», sostuvo dejando en claro que tenía información sobre la situación de la víctima y su pareja.

La joven accedió al pedido de los gendarmes y les abrió la puerta de la casa, Depaoli se quedó con la denunciante y su compañero, Gehrmann, ingresó al interior de la vivienda para llevar a cabo el falso allanamiento. Fuentes investigativas consultadas por este medio aportaron que el joven uniformado, al cabo de algunos minutos, salió apuntando que se retiraban porque no había encontrado nada que estuviese vinculado con el marido de la víctima.

Después de despedir a los gendarmes, llamativamente sin que le hicieran firmar ni recibir constancia de nada, la joven comenzó a recorrer la vivienda y notó algo raro. Al revisar sus pertenencias se dio cuenta que le faltaban varios objetos de valor. Las mismas fuentes indicaron que la joven denunció el faltante de un anillo de oro 18 kilates, una cadena de oro con una perla blanca, un libro y un corazón negro con el número 20 gramos y la suma de 100.000 pesos.

Llamó a su abogada para contarle lo que había pasado. La letrada, quien está a cargo de la causa federal de su marido, apuntó que en los expedientes de la causa en la que trabaja no existe ningún allanamiento y solicitó se revisen las cámaras de seguridad del lugar. Intervino la fiscal penal auxiliar 5, doctora Marianela Sánchez, quien remitió las actuaciones al Grupo de Investigaciones del Sector 5 «A».

Relevados

La joven radicó la denuncia el sábado por la tarde, ese mismo día pero por la noche el subalférez Gehrmann, estando de servicio, recibió un llamado de la Agrupación Salta, era el suboficial de guardia quien lo puso en conocimiento que personal policial se había hecho presente en el asiento de Agrusal para realizar averiguaciones en el marco de una denuncia. En ese momento el gendarme no se animó a decir la verdad.

Ayer, desde su teléfono celular llamó al jefe de guardia para «hablar personalmente sobre cuestiones laborales», le dijo. Horas más tarde, el jefe de guardia se reunió con el gendarme, quien en ese momento estaba junto a su compañera, y al ser consultados por un procedimiento que la Policía de Salta estaría investigando los funcionarios confesaron que fueron ellos los que llevaron a cabo el allanamiento de manera ilegal.

Fueron relevados del servicio y ambos fueron custodiados hasta quedar en manos de la Policía, quienes venían siguiendo el caso en el marco de un «supuesto hurto». Desde la Fiscalía interviniente dispusieron su detención y el traslado de ambos gendarmes a la Alcaidía General del Servicio Penitenciario.